jueves, 28 de febrero de 2019

Teatro

En mis ojos se agita un mar embravecido, me abrigo con la soledad, he cruzado mares buscando respuestas y me responde el silencio, vivo en mi propio infierno y en este teatro nunca baja el telón, ni nadie aplaude, ni le dan premios, somos presos de nuestros miedos, del qué dirán, escriben mis dedos y desnudan a mi corazón, estoy cansada de estar encerrada en esta cárcel de huesos, encarcelada mi voz, quiero gritar, todo lo siento, maldecir a todo pulmón esta vida mía.

Sed de mis pesares

Aquella mañana que en tus brazos estaba como una muñeca de trapo, me dolió tu olvido, me entregaste en los brazos de mi enemigo, 
ese día te borré de mi alma, de mi corazón, de mis deseos, ahora que estás vencido quieres venir a llorar conmigo, la noche es más oscura justo antes del amanecer, no hay reloj de olvido, me agobian la sed de mis pesares.

Bajo la tormenta

Bajo la tormenta mientras arreciaba las hojas de mis sentimientos caían sobre mí, me preguntaba por qué atraje esta tormenta sobre mí, por qué me llené de mierda, por qué no oí las vientos huracanados que venían a mí, por qué salí de la tormenta de la mano de un ser invisible que con mensajes me consoló en esos momentos, el primer mensaje fue, No temas, porque Yo estoy contigo; No te desalientes, porque Yo soy tu Dios.Isaías, 41. Así siguieron llegando todos los días los mensajes, un día le pregunté a el mensajero, por qué me mandas los mensajes, me respondió, no soy, 
comprendí que alguien nos consuela cuando no seguimos a líderes con patas de barro.

Creo en la vida después

Creo en la vida después de la muerte, creo que venimos con disfraces diferentes, 
creo que el odio viene en el alma como un cáncer y de repente aparece, yo vine a este infierno a pagar, a vivir sin nada, a pasar hambre, a buscar a tres hombres que me traicionaron, yo vivía en una hacienda con uno al que llamo, el dios griego, compré una hacienda en otro pueblo, el abogado y el otro hacendado se enamoraron de mí, hicieron que yo encontrara al dios griego con una mujer en mi cama, yo me quedé viviendo en la hacienda que les compré y me consolé en los brazos del abogado, el hacendado me odió a muerte porque me quedé con el hermano, el abogado no me quería, él solo quería mi dinero. Me quitaron todo el dinero y me encerraron en la hacienda. A los días de que me sacó el basilisco hicieron una fiesta, por eso fue más fuerte el castigo de Judas, por eso lloró tanto por mí, le pagué como al JUDAS que fue.

miércoles, 27 de febrero de 2019

Con mis ojos borrachos de angustia

Con mis ojos borrachos de angustia te busco y no te encuentro, vientos del silencio, mi alma ve los pétalos de rosas llevados suavemente por el viento, me arrodillo ante lo que para mí no es secreto,
se escurrió el velo que cubre mis ojos y te vi llorando, quién de nosotros no es una paja en la tormenta, no todos los ojos ven.

Mi alma atrapa las palabras

Mi alma atrapa las palabras que salen de mi alma atormentada por no poder verte, te deseo en esta noche muda, heme aquí triste deshecha, suave y ausente como la espera en este frío que me congela y a mi corazón, cargada de flores muertas ¡oh mar! ¡Oh ocaso! Las lumbres del ocaso prenden las ultimas rosas de mi corazón.

Siempre entendí las cosa de la vida

Siempre entendí las cosa de la vida, lo que fue un misterio para mí fue la llegada del dios griego, esa noche que estaba en la calle mi alma lo llamó, el estaba enfermo qué hacia a las doce de la noche en la calle, otro misterio fue que no me podía acercarme a Judas, sentía como que había como un vidrio entre los dos, oía que me llamaba, pero eso impedía que fuera su lado.

,La libreria

Después que me dio el sarampión una tarde salí a una librería que estaba al lado, cuando entré en ella me vi en las vidrieras y un espejo me enamoré de mí como Narciso, trece años que se amoldaron a mi talle, 
una hembra que nació para el placer, el señor dueño de la librería estaba asombrado por lo linda que estaba, al frente de mi casa había un negocio, salía me seguían los hombres, dormíamos en un cuarto que tenía una ventana alta una prima y yo, los hombres me dejaban chocolates, dulces en la ventana, una noche abrí la ventana y vi que el marido de una de las que me acompañaban me dejó una bolsa de dulces, le dije a mi prima, cuidado si lo sabe, ella me mata, todas las chicas de mi edad querían matarme porque los novios se las pasaban en el negocio, un amigo de mis primos me decía que se iban juntar y me iban a caer encima, me llamaban la tetona, yo solo me reía, hasta las hijas del gobernador me odiaban, una tarde vino mi amigo, me contó que estaba en un club y que un hombre estaba diciendo que él fue mi primer hombre, mi amigo le dijo, si eso es verdad te tienes que casar con ella, porque yo la defiendo, voy a preguntarle, mi amigo me preguntó le respondí que no, mi amigo se regresó y el hombre le confesó que me amaba, se hicieron amigos y cuando me vio de tacones, vestida como una mujer me dijo, ¿Morella quieres ser mi novia? Le respondí, ¡no! Y las viejas falta de hombre me decían en mi cara ¡qué fea eres!

martes, 26 de febrero de 2019

Puñetazo en mi corazón

Letras sin destino, poesía en espiral para deslizarme en tu alma, mi alma es un espacio de luz entre dos nostalgia, el tiempo implacable sigue pasando y en la incierta realidad deambulo tras de tu recuerdo, con mi soledad que hiela mi cuerpo y el silencio como un puñetazo en mi corazón.

Mi dios griego

Cuando empecé con mis sueños de que me encerraron en una hacienda y con ellos pude armar el rompecabezas, pensé que mi dios griego no me olvidó, el aún me tenía en su corazón, ese día de su muerte cuando lo estaban velando soñé que voló a donde estaba yo, le pregunté qué haces aquí, me respondió para mí no hay nada imposible, aqui estoy contigo mi dios griego tan mío y tan ajeno, siempre creí que él también me busco a mí, él me decía, quiero llevarte para la hacienda para que me hagas unas arepas, yo pensaba que no me llevaba por mi edad, catorce años y el cuarenta y ocho, la hacienda para donde iba era de un primo, con el rompecabeza en mis manos comprendí que él o su alma me fue diciendo quienes nos separaron, ese día vuelvelo loco que del otro me encargo yo.

Casa vieja

Casa vieja que el tiempo bronceó, patio viejo color de humedad, tus paredes guardan el secreto de mi alma del día que fui encerrada como una res, mis manos tocan tus paredes, siento que en ellas lloraba por el amor de un hombre, tus corredores inmensos, en ellos caminaba, no había nada en ellos, el reloj de la iglesia retumbaba en mis oídos, yo en sueños se quién me encerró y que me sacó una madrugada desnuda de la hacienda, en la esquina me esperaba un hombre. Ese domingo vi a un hombre que entró en la cocina él no me había visto porque fue directo y despató la olla, me acerqué a él vi sus ojos desorbitados, él se salió de la cocina, ese hombre era el hermano del novio de un familiar mío, cuando yo visitaba a un familiar la madre del hombre vivía al frente, estaba pendiente cuando él entraba y salía, él bajaba la mirada, él sabía que yo lo vigilaba, un día me llama una amiga y me dijo, qué le pasa a fulano que confundio el nombre de la esposa con el de tu familiar, pensé ya se quién es el dueño de la casa, su madre y él fue el que me esperó en la esquina, la vida, ay la vida, me devolvieron la casa para que no muriera en la calle el basilisco, ay vida, la casa dónde me encerró.

lunes, 25 de febrero de 2019

Mis ojos caminan

Mis ojos caminan por las calles de mi pueblo, esa mañana iba llegando a una esquina vi a un hombre que iba en una moto grande, él iba a gran velocidad, sentí escalofríos, a los días me asomé a la puerta vi que el hombre estaba pintando el frente de la casa de al lado, volví a sentir escalofríos, me pregunté por qué que siento esto, he reconocido a dos hombres, el dios griego y a Judas, pero este no sé quién es. Al día siguiente se mudó, esa noche nos despedimos el dios griego y yo, bien temprano nos fuimos a la capital, regresamos el dos de enero, en la noche estaba en la puerta y me vio uno de los hombre que vivía en la casa, me dio el Feliz Año así fueron pasando los ocho hombres y el último era el basilisco, yo lo veía, pero no sabía quién era, estaba segura que no había tenido una relación amarosa con él, pasaron los días me di cuenta que me admiraba y odiaba, un dia me dijo, ¡vamos a casarnos! Le respondí que sí, siempre nos veíamos en la puerta no habiamos estado cerca, al estar solos me di cuenta de que el ave se le desmaya en el vuelo y que no le gustaban las mujeres, nos casamos como al mes, una de las que me aompañaban le dijo que yo amaba al dios griego, empezó a insultarme, una tarde me iba a pegar, al ver su mirada me dolio la cabeza,
esa noche me desperté gritando llamando a mi madre, soñando que un hombre con una lámpara en la mano me sacaba de un catre desnuda, me agarraba de un brazo, abría la puerta, cuando salí, cerró la puerta, tuve ese sueño tres veces, en el último le vi la cara, era el basilisco, cuando me quedé sola en la puerta vi un hombre que estaba en la esquina con una capa, caminé hacia él, me puso la capa por los hombros y corrimos, llegamos al centro del pueblo, me llevó a su casa, me salí de su casa escondida y llegué a una casa, una donde había dos mujeres, por eso es que el dios griego, Judas, el basilisco y el hombre que me ayudó los vi con los ojos desorbitados, cuando se murió el que me entregó la casa, soñé con él, me dijo que Judas que era un abogado y el basilisco hicieron que encontrara al dios griego con otra en mi cama, por eso es que él me recordaba haciendole arepas, debió ser muy bonita mi vestamenta para que me dijera que me vestiera así.

Un domingo

Un domngo cinco de mayo fueron a buscarme para ir a un paseo mi madre, mi padrastro y mi hermana, cuando ibamos llegando a la estación del tren mi padrastro se detuvo a saludar a un señor, él vio a unos hombres que estaban casi en la entrada de la estación, él caminó hacia ellos y desde allí me dijo, Morella ven acá para presentarte a un amigo, yo estaba de espalda, echo para atrás chocó con el que también estaba de espalda, camino hacia el hombre, él me miraba fijamente, cuando llegué a su lado, le dije, yo te conozco y un día te reiste de mí, él me respondió, no, es la primera vez que te veo. Se fue con nosotros para el paseo, al regreso mi padrastro le dijo para ir a mi casa, tenía en ese momento dieciséis años, cuando llegamos, me fui a bañar, me coloqué una vestido entallado que tenía como un cinturon que caía en las caderas que me hacia lucir más mi cintura de avispa, me calcé unos zapatos altos, mi cabellra suelta, cuando me vio, me fijé que estaba asombrado al verme, pensé, Judas, esta vez te vas a reír de tu madre. Cuando estabamos bailando me dijo, eres mía, le respondí, toda tuya.
Estuvimos hasta tarde ese día, él siguió visitando mi casa, un día se llevó una sortija, una que me había regalado mi enamorado millonario, una de las que me acompañaban me preguntó por la sortiga, le respondí que se la había llevado Judas, ella me respondió, mañana le llevas el dulce a tu tía para yo ir a buscar la sortija es costosa, le respondí, está bien. (1)El día siguiente nos fuimos mi hermana y yo a llevarle el dulce a mi tía, cuando regresamos la mujer que fue a buscar la sortija me dijo que no trajo la sortija porque él no estaba en su trabajo, no le respondí nada, cuando entré al cuarto estaba el escondido, cuando le vi su risa me paralicé, él se asustó y yo reaccioné y le grité que no se riera así. Pasaron los días él dejó de visitarme porque se asustó porque tenía las manos frías y dijo que era bruja, pero fueron cosas de la vida, tenía que alejarse de mí hasta que llegara su tiempo de volver a mí. Yo aún estaba con mi amante dios griego, llegó una tarde como a las cinco, le dije, esta noche no te puedes quedar porque está aquí una prima, él se recostó entre la pared y una reja, desde donde estabamos nos veían todos los que pasaban, él me atrajo hacia él, me sentí como que si un ave poderosa me cubría con sus alas inmensas, no sé si oí o sentí la voz de su alma que me dijo, vuelvelo loco que yo me encargo del otro, yo alcé la mirada hacia él, se unieron nuestas sonrisas de complicidad, yo me jodí porque no creí que eso que oí o sentí, me sentí sola ante el basilisco.

domingo, 24 de febrero de 2019

No sé tal vez

Pasaron los años, el dios griego me mandó a decir que me esperaba en un café, no nos habíamos visto después que por mí descubrió la traición de su mujer, ese día había llovido, cuando llegué al lugar de la cita, él casi se arrodilló y me limpió los zapatos, uno de los hombres que estaban hablando con él, le preguntó, ¿fulano, por qué haces eso? Él le respondió, porque Morella se lo merece, yo le vi los ojos desorbitados, eso me asombró porque a Judas también se los vi asi, desorbitados.
Aquel día para nuestra cita me vestí con un vestido de flores azules pequeñitas, mangas largas, cuello como de una camisa, entallado con unos bolsillos grandes, unos zapatos altos azules, nos encontramos, él bebió un café, me abrió la puerta de su carro, rodamos unos minutos, llegamos a una casa, entré a un cuarto, me senté en una cama, él se paro frente a mí, fue desabrochando los botones que venía desde el cuello hasta la cintura, lo colocó con sumo cuidado en una silla, se desnudó sin hablar, juntamos nuestros cuerpos, me vistió y nos regresamos al café, abrí la puerta del carro, me bajé, no lo vi, pero su alma iba a mi lado, la mía a su lado, no sé tal vez.

Relatos de mi vida



Cuando tenía catorce años, me asomé a la puerta en ese momento iba pasando un carro, el conductor se quedó viéndome, nosotras éramos como los murciélagos, saliamos de noche, una tía y algunas veces una hermana y yo, en las noches caminabamos por todo ese pueblo, íbamos sin comer, sin tomar ni siquiera café, una noche vi el carro, el conductor me hizo señas como diciendo ya vengo,
pensé ese tipo si es sinvergüenza, va con la esposa y va haciéndome señas que ya viene, así fue, empezó a seguirnos, una noche empezó a llover, era un diluvio, estamos esperando que escampara, en eso apareció el hombre que nos seguía, nos invitó a comer, esa noche me enteré que la mujer que vi con él era una novia que dejo por mí, seguimos saliendo con él, algunas veces íbamos detrás del carro donde iba el dios griego para la hacienda, nos invitó para ir a la playa, la tía invitó a una sobrina, él era un extranjero millonario, él le dio dinero a la sobrina para que compraramos de todo, nos fuimos temprano, llegamos a un buen hotel, deyunamos y nos fuimos a una playa, 
al rato empezó a llover
fuerte, se cayeron cerros, no pudimos regresar al hotel, todos los hoteles que había por la zona estaban llenos, un señor paisano del millonario con el que andábamos nos había reservado una habitación en su hotel, pero llegó una familia con unos niños y se la dio a ellos, dormimos en el carro, la tía era una hiena, estaba brava porque nos quedamos varados, al día siguiente pudimos salir de esa playa, llegamos a el hotel, me bañé primero para no dejar al señor solo, al rato bajó mi prima, íbamos a desayunar cuando llegó la tía como una hiena, vámonos, decía, la sobrina le regó que nos quedaramos, pero ella que no, el señor había mandado a hacer una sopa en el hotel del amigo y la sobrina estaba emocionada, nos tuvimos que regresar al pueblo sin comer, llevamos a la sobrina a su casa, yo dejé de salir en las noches y con el señor millonario por la maldad que nos hizo la tía hiena, él me dijo con lágrimas en los ojos, Morella, sé que no me quieres, pero te voy a dar dinero y un crucero con el hombre que quieras, pero vete del lado de esa gente que no te quiere, me dijo, conozco un médico espeliacista para ponerte como virgen de nuevo, después fue que me enteré que la otra tía hiena le había contado de mi amante, el dios griego y que era una puta, sabes por qué no acepté lo que me ofrecía, porque yo sabía que venía a mí el basilisco 

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Perdida en el tiempo

Perdida en el tiempo tejiendo poemas, estoy en aquella pequeña alcoba donde te entregue mi vida y tú la guardaste en un bolsillo roto y se te perdió, me dejaste sola, no regresaste porque no podías entrar por la puerta por los cachos, no puedo desahacer los nudos de mi mente para seguir tejiendo poemas con hilos de oro, como tampoco puedo deshacerlos los del viento, 
en qué envase guardo mi esencia, ya el viento eligió a los árboles para tumbarles sus hojas secas.

sábado, 23 de febrero de 2019

Mi nombre

Cuéntale a ella que deje mi huella en tu corazón y que en tu cuerpo llevas mi molde, en tu mente mi nombre.

viernes, 22 de febrero de 2019

Sueños imposibles,

Sueños imposibles,
lágrimas escritas, un corazón triste
en la estacion de los amores idos, las arrugas del viento arrastra el papel y vuela, corro detrás de las hojas que se alejan de mí
por la pendiente, qué seré yo sin tu amor.



jueves, 21 de febrero de 2019

sedientos de cariño

Ese vago clamor que rasga, el viento es la voz de las campanas, un perro ladra, la nube se posa en el cerro, el gozne de la puerta que se abre con el viento y entonces queda abierta, el ave cantora se posa en el techo, el gato se asoma en el alero, se acerca la neblina entre el monte sin que mi alma se humedezca, se abren las margaritas con sus pétalos sedientos de cariño.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Yo misma ayudé a cavar el hoyo

Caí en los brazos de la nostalgia, suenan tus pasos por la calle solitaria, nunca llegas, es mi locura que me hace verte, tengo miedo de mis noches pobladas de recuerdos, suenan tus pasos, eres las pausas en mis pensamientos. Yo misma ayudé a cavar el hoyo donde estoy hundida.

Ni perdón ni olvido

Ya solo me duelen las cicatrices, el amor se quedó dormido en mi alma. Ya no tengo que decir, duele el olvido Atada por los hilos de la inopia, mi vida es un eterno invierno, de mí no esperes ni perdón ni olvido.

sábado, 16 de febrero de 2019

Letras de mujer, perfume de mujer

Letras de mujer, perfume de mujer, eres el manto de piedad con que cubro las torturas que me da la vida, eres el rocío sobre las sequías que invaden a mi alma sedienta, qué siniestro es volver al sitio que fue testigo de un instante de felicidad, deslizo suavemente mis dedos por la seductora copa de mi obsesión, alzo la copa y me tomo tu recuerdo, brindo por mi desgracia y el placer por esas noches de orgias que pasé contigo.

Las sombras de la noche

Alzo mis alas en un aleteo sin pausa hasta llegar hasta aquel lucero que ilumina mis noches de deseos, 
los gajos de claveles se marchitaron, enséñame a pintarlos, viento peligroso, 
aunque tu alma llore y tu corazón se entristezca jamás volveré, enséñame a pintar para pintar mis penas sobre las sombras de la noche.

Soy un ruido sin sonido

Golondrinas viajeras que buscan abrigo en mi jardín, son mis anhelos, tengo miedo del invierno, el tiempo se detiene, el viento agoniza, el silencio se rompe y la noche se encela, golondrinas mensajeras de un intrépido momento, amo mis silencios porque me elevan al infinito y mi alma descansa, qué escondo en mis manos, la pluma para no escribirte, soy una lagrima sin agua, soy un ruido sin sonido, soy una rosa con muchas espinas.

Yo quería conocer a la madre

Yo quería conocer a la madre de Judas para ver qué decía de la mujer que amaba su hijo, no me atreví a buscarla, ella me buscó a mí esa noche, soñé que toco en la puerta, abrí, yo sabía quién era ella, me dijo vengo a decirte que mi hijo está hospitalizado, yo quise acercarme a la luz que despedía, no pude, con los ojos cerrados le dije, ¿y el basilisco? Ella se fue yo me quedé triste, no podía 
cumplir su deseo, al día siguiente sabía los números ganadores de los juegos de azar, al tiempo empezamos como amantes los dos,
una noche le pregunto si había estado enfermo, me respondió que sí, le respondí, alguien fue a avisarme a mi casa, él me respondió, qué raro nadie sabía eso, al día siguiente estaba en la cocina tomando café, pensé,
ay señora que cobarde soy, no pude cumplir su deseo
perdóneme y pensé en prenderle una vela, en ese momento tocaron a la puerta, el que abrió la puerta regresó a mí con una vela en la mano, le pregunto ¿y esa vela? me respondió, me la dio un niño que tocó.

viernes, 15 de febrero de 2019

Un rio

Cierro los ojos y veo un río de aguas cristalinas, azuladas, me siento como suspendida sobre él.

Te llamo mi pensamiento

Aquella noche te llamó mi pensamiento, estrellas que traen recuerdos, brillaron esa noche que se unieron nuestros corazones.

Un deseo

La vida atravesó el cristal del perdón, lloramos, tú de aquel lado y yo de este, empañamos el cristal con nuestras lagrimas, el perdonar es divino. Me envolvió la vorágine de las letras para salirme de mi mente que me encierra, solo un deseo pido, que me vuelvas a abrazar

Otra

Ahora amas a otra y dices que llevas el tiempo que me amaste en tu corazón, no sigas con esa carga tan pesada en tu débil corazón. 
¡Ah por favor no me nombres!

miércoles, 13 de febrero de 2019

Un barco

Un barco en la lejanía, un mar en el desierto, la tierra tembló, un rayo cayó en el cerro aquel, se murió mi amor por ti de tanto amarte llovieron palabras y me mojé, un susurro, pero nada, solo silencio, vacío y lo peor, él no lo sabrá que yo existo, murmura el viento entre mis cabellos.

mis sentidos

Las rosas desoladas, las horas que se van nunca volverán, tu adiós se me clava en mi pecho. ¡Cobarde! Ese día que te entregué mi arma, te dije, no quiero que mueras, quiero que vivas bastante para que pagues el mal que me has hecho. Amor cuidado con la vida, el río se detiene y entra en el silencio, camino para asirme en las ramas del olvido, lluvia que no moja, es la poesía el rayo que enciende mis sentidos.

martes, 12 de febrero de 2019

Huele a recuerdos

Huele a recuerdos del ayer, te busco en las penumbras, por tu culpa fui golondrina, sobre la nieve sentada en el puente te veía pasar con ella, con mi vestido blanco
manchado de desencanto.

lunes, 11 de febrero de 2019

Huellas en mi alma

Ese dia que te faltaron mis caricias y en aquella alcoba donde me acariciaste tanto, tus lagrimas rodaron por tu rostro llamándome, con mis manos atadas no pude detener tu caída, cerré mis ojos y voltee la cara, lloré, viento que rompe el silencio, sombras que me abrazan, con las tinta de mis ojos te escribí los poemas que te tatué en tu cuerpo, huellas en mi alma.

La vida

Sobrevivo ante la adversidad de la vida y la tristeza, estoy aquí en un lugar del mundo, vago con la mirada fije en el suelo con el peso de mi ignorancia que no me deje levantar la mirada, por qué caí cuando la vida me había dado conocimientos que no se imginan los que me vieron caer. ¡Que viva mi desgracia!

domingo, 10 de febrero de 2019

Ese cisne

Estas letras de estas hojas son mías, aqui te dejo lo que reí, grité, lloré, hablé, vacío lleno de ausencias, no sé si mi inspiración te encuentre, cambio un mundo por otro, estoy en uno ingravido, un cisne nada en la laguna de mi alma, ese cisne eres tú

sábado, 9 de febrero de 2019

Nostalgia de mi juventud perdida

Nostalgia de mi juventud perdida, mi ensueño se complace en martirizarme, el pájaro vuela en torno mío raudo como la luz, mis brazos escanean en recuerdos y caen a lo largo. 
El pájaro vuela en torno mío veloz raudo como la luz, 
tengo el corazón sin lamentarme, es difícil dominar el arte de perder, mi ensueño se complace en martirizarme, quise agarrar el aire y pintar en él y guardar lo pintado, no pude guardarlo lo escribí. Te quiero aunque tú no me quieras.

El dios griego

El viento le dio alas a las hojas, volaron por la colina y otras se deprendieron
me va cubriendo un lienzo trasparente como el recuerdo de otra vida, tan pocos ojos para tantas flores, cuando muera habrá quedado solo el rosal de mis penas, me pregunta la alondra, a cuál de los hombres de los que hablas amarías hoy, le respondí, al dios griego, la alondra me preguntó, por qué él, le respondí, creo que yo lo seguía amandolo, pero el amor se ocultó para dar paso a mi venganza y él también seguía amandome, la alondra me preguntó, cómo sabes que él seguía amándote, le respondí, eso se conoce, pero todo estaba contra ese amor, mi edad, todo, todo.

Tus besos volaron al olvido

Tus besos volaron al olvido, 
habrán otros manantiales que calmen mi sed, manos hechas de poesías que le escriben al desamor, qué es una ilusión, sí, qué es una ilusión, hojas que se ahogan en un abismo llevadas por el viento que nunca volverán saltando los charcos del tiempo, salpicándome de melancolía, quisiera ser un ave para volar en tu cielo y que una lagrima tuya y una mía caiga como una semilla en el campo del amor y que floresca de nuevo nuestro amor.

Te olvide en la otra vida

Soy fuego que me quemo en tu piel, en ti encontré el veneno, el antídoto, no me olvides jamás, pues vives en mis poemas, en mis pensamientos, en mis deseos, no te mueras en ellos para sentirme viva, te amo tanto que olvidé de amarme a mi misma, así como te amo puede ser que te olvide en la otra vida.

viernes, 8 de febrero de 2019

Va deshojado mi amor

Me iré cómo las noches heladas de invierno y el canario alborotara la paz de tu silencio, dices que las penas son fugaces, hasta las piedras se desquebrajan con los golpes del tiempo, en el rosal de mi vida se va deshojado mi amor.

El viento toca la puerta

El viento toca la puerta, el frío se cuela por las rendijas, olas que gimen desde que me morí desde en el sueño no he soñado más contigo, mi alma dejó de llamarte, no sé por qué te llama si no te quiero, la vida me prestó a ti para disfrutarte y más nada, nada es mío, solo las pantaletas que calzo, triste miro las estrellas.

Olvidada hasta por el olvido.

La neblina estalla en mi rostro y mis manos buscan cobijo en los bolsillos, te evoqué y galoparon gacelas en mi corazón, hoy traje tus amaneceres a mi vida ¿me recordaste aquella tarde que se poso el ave cantando mi nombre en tu ventana? Yo lloraba tu ausencia me senti olvidada hasta por el olvido.

Mis harapos

Mis harapos, mis ruinas vagan por aquellas calles, aquellos momentos que nunca volverán cuando orgullosa de mi belleza y de mi ropa que no sabía que me envidiaban, la gente si es pendeja, caminaba por ese pueblo que hoy no conozco, hoy no sequé mis lágrimas, cayeron en mis rosas como el rocío, vuelvo a los caminos dónde dejé huellas, recordate es recoger espinas de deshojadas flores, voy recogiendo mis pasos, las olas humedecen mis sentimientos.

Tú pensabas en otra

Dónde quedó mi alma triste, dónde quedó aquella niña envuelta en su miedo y desdicha, en que rincón quedó mi corazón, me mataste con tu olvido, las estrellas se derrumbaron sobre mí y yo brindé con ellas, me bebí tu recuerdo, se perdieron tus caricias, 
tus caricias en sábanas frías, yo te amaba y tú pensabas en otra.

jueves, 7 de febrero de 2019

Segunda vez



El gorrión saltó en mi bluson y derramó la loción, palpitó mi corazón, los minutos gotean en el viejo reloj, la poesía es el portal que une mi alma con las letras, hay verdades amargas, hay miradas que matan, hay silencios que dicen mucho, la muerte es como el tiempo no espera por nadie, hay cosas que duran mientras tenemos corazón hay veces que no hay segunda vez.

Mi pluma garabateaba

Mi pluma garabateaba letras para sacarme el dolor de mi alma, por qué te escribo, si cuando se hundió mi barca no apareciste para ayudarme a seguir mi viaje, ya cuando estoy en el fondo del mar de la vida y con perdonarte no salgo a flote.

Dos amantes

Las hojas muertas las arrastra el viento, las miro, el viento me dice no están muertas, están durmiendo a la vida,· 
lo quieras o no yo soy tu recuerdo, soy la terrible necesidad que te quita el sueño, soy ese fantasma que estoy entre tú y otra mujer.

Dicen que las almas

Dicen que las almas se reconocen por la vibración, yo buscaba a un hombre, a los siete años ya sabía el nombre y su aroma, a los trece presentí tu presencia, ya sabía que es buenmozo, 
escribo esto porque las almas tienen recuerdos guardados, que se revuelcan al ver a una persona o un lugar, a los catorce encontré al hombre que buscaba, era un dios griego si no hubiera estado tan dolida me enamoro de él, al ver sus ojos vi que sus ojos estaban llenos de mí, él penso es mía, a los dieciséis años conocí a Judas, lo reconocí por su sonrisa, el mismo día que me vio me dijo eres mía, lo que me asombro fue que una tarde me pasó una pintura de uñas, me tocó las manos, como las tenía frías casi se desmaya, después supe que creyó que era bruja, él volvió el día que me casaba, cuando el dios griego me mandó a llamar que me limpió los zapatos agachado, cuando levantó su mirada tenía los ojos desorbitados, el hombre que me entregó la casa cuando me vio su mirada fue de sorpresa o susto, mi mirada le decía me escapé, el basilisco cuando le dije nos vamos a mudar, él me preguntó como sabías que te iban a regalar una casa, le respondí soy bruja, se puso pálido, muchas veces le pasó eso, el dios griego me reconoció cuando le hicieron lo mismo que me hizo a mí, lo engañaron en la misma cama y se enteró por mí, por mi don de bruja, a Judas le dije, si aparece una mujer no nos veremos más en esta vida, apareció la mujer, lloró por mí, ellos llevaban en sus almas el recuerdo de esa que desapareció y que volvió a joderles sus vidas, por eso ellos me veían como bruja.

miércoles, 6 de febrero de 2019

Las gotas

Las gotas se deslizan por el cristal de la ventana, mis lágrimas juegan con las persianas de mis ojos, la nostalgia se empieza a trepar a mi alma, la tristeza se sentó en el sofá a ver la lluvia, a mi lado en la mesa tengo unas copas y una botella de champagne, llené las copas de champagne brindé por tu desdén, llegó la nostalgia, le dije, no estás invitada, sigue lloviendo, la tristeza se embriagó y el frío llegó implacable.