El sueño teje

No enciendas la lámpara, 
yo soy cómo los felinos, 
sonaron las campanas, 
se oye el eco del olvido, 
el sueño teje en la sombra tu rostro. Dime qué hay detrás de los sueños, qué son los sueños, yo no tuve sueños, experiencia no me sigas diciéndome lo que va a pasar.

La libertad de la mariposa

La libertad de la mariposa
bajo el tedio que borda la lluvia, la mariposa se posa en las flores en el viejo jardín, qué será lo que suelte las amarras de mi corazón, qué será lo que borre tu rostro de mi mente, 
qué será lo que borre mi nostalgia, qué será si vuelves y encuentras las puertas de mi alma cerradas, qué será si mis besos vuelan como golondrinas buscando nido en otra boca, qué será si mis manos como aves inquietas le escriben a otro corazón, qué será si vuelves y encuentras el nido ocupado, la libertad de la mariposa.

Lealtad hecha poesía

Te escribo desde mi corazón donde vives tu, lealtad hecha poesía, 
gritare al viento para que corra y te lleve hasta los confines del tiempo, este beso que agoniza y mi alma, te veo en mi recuerdo tan real cómo el saber que ya no existe, no hay nada más, hay una luz que nunca se apaga y esa luz eres tu.

El viento silba versos

Mis alas no alcanzaron tu vuelo, mis palabras se trepan por mis labios, desde la pena más atroz te escribo, mis manos presas en esta cruz, no sé si existo o es que tú me imaginas, 
me siento como suspendida en el aire con cuerdas invisibles. Cierro los ojos y vuelvo al silencio de tu olvido, no puedo ir a tu lejanía, el viento silba versos de olvido y el silencio canta canciones tristes.

Calladita

Caminando por los senderos del pasado me detengo a verme como una perra buscando a alguien por el olfato, me veo muy segura, no sentía miedo, no parecía una ignorante, muy elegante, no parece que pasó hambre, atrevida la Morellita, cruza la calle en busca de la presa que estremece el pueblo, ay qué mirada como diciendo soy tuya, mansita como una palomita y él encantado pensando es mía, voy a comer carne fresca que tengo tiempo que no como, calladita lo esperé en la bajadita. Ojo por ojo, diente por diente.

Tu tiempo

Regalame tu tiempo, quiero revivir emociones vividas, ¿podré detener el paso implacable de las horas? Nuestro amor vivirá por siempre y mis prosas. Te escribí para explicarte esa magia que tus pasiones me causan.

Como en este viaje.

Hojas azules, cielo azul, nubes blancas, rosas rojas, escribir es soñar que soy feliz, sé que soy una invitada a este viaje, te amé tanto, tanto, pero me bastó un momento para olvidarte, no guardo recuerdos, dicen que recordar es volver a vivir, para qué voy a revivir lo que está muerto, no digas que morí, di que fui a buscar otro disfraz, cuando regrese quiero reconocer a los que vuelven conmigo, como en este viaje.

las olas riéndose se estrellan en la arena.

No te cruces en mi camino, no quiero tenerte compasión, escribir me hace volar en las alas de la imaginación a un mundo paralelo, el aire pasa con sus aleteos sutiles, quisiera ser pájaro para anidar cerca del mar, el viejo reloj descolgaba las horas con su sonido de bronce, el mar con su antiguo lenguaje, las olas riéndose se estrellan en la arena.

Morella

Siempo quise escribir sobre mi vida para ver, leer, cómo carajo no pude salir de ese laberinto donde viví, desde los trece años me amaba un hombre de dinero, a los catorce conocí a un extranjero, un millonario que me amaba, ya había encontrado al parásito dios griego, me fui con el basilisco a un pueblo, a los días de llegar fui al mercado, me siguió un hombre hasta mi casa, frente a mi casa había un negocio, en él había un hombre buenmozo, se daba cuenta de que el hombre pasaba por mí, un día fui al negocio, me dijo, discúlpame lo que voy a decir, me asombra que no salgas con ese hombre, es un millonario, pensé, me persiguen los millonarios, me dijo, búscate un abogado para darte todo lo que tengo, yo me quedé aquí por ti, yo solo oía, no le respondía, sabía que era sincero, pero es difícil escapar del destino y me faltaba volver loco a Judas.

Morella

Ese día tenía unos zapatos altos, grises con unas hojas verdes a los lados, una falda entallada gris y un sueter verde manga larga, mi cabellera suelta, estaba llegando a la casa mi amante y yo estaba en la esquina, cuando llegue al puente estaba un hombre que me dijo, yo no puedo comprarte, me paré ante él y le dije, ayer me dijo el hombre buenmozo que tiene a locas a las mujeres de este pueblo, Morella, ¿quieres ser mi novia? Le dije, no. Desde los trece años me estaba esperándo, el hombre me respondió, por qué le dijiste qué no. Le respondí, porque no lo amo. Acabé de hablar con un hombre que me dijo, Morella, ya sé que no me quieres, te regalo un viaje en un crucero con el hombre que quieras, pero salte del lado de esa gente que no te quiere, vi sus ojos mojados, sabía que la santa que me acompaña le dijo, que soy puta. El hombre me preguntó, por qué sigues aquí. Le respondí, sigo por esta senda incierta, no sé por qué, no sé a dónde me lleva, busco algo, pero no sé qué es, mi alma es la única que sabe, creo que estoy empezando a ver que busco, ah, a ese hombre que viste. Olvidame, hasta nunca.

Retrato

Llevo en mi alma el retrato de un olvido, las ofensas las entierro en las arenas del olvido, noche de soledades de poesías, la vida es mentirosa, da giros inesperados, la vida es poco confiable y vanidosa, los años pasan llevándose lo mejor de nosotros, el infinito se cubrió de perlas plateadas.

Aplastar

Mis manos frías enlutadas desdeñadas por la traición tiempo que alcanza a mi existir y lo ahoga, un dia frio la lluvia habla con los arboles y hojas, un caudal de emociones corren por mis venas ocultando mi rostro, lloro porque me dejé aplastar por cobarde.

Un abismo entre los dos.

Te escribí un poema con mis lagrimas, el dia que te vi con ella la soledad me abrigaba, deseo y anhelo en este fuego eterno que me consume, un mar de emociones inundan mi vida, abrigué la esperanza de tenerte algún dia, pero todo pasa en la vida, el dia que volviste con mi poema en las manos ya te había olvidado y ahora hay un abismo entre los dos.

Vas colgado de mis letras,

Vas colgado de mis letras, 
eres el sueño que quiere ser soñado, extrañarte es darle rostro a mi melancolía y en mis entrañas retumban las sacudidas de un volcán que nunca se apagó, tengo el alma tocada por unas notas inquietas de piano, cierro mis ojos solo por un momento y el momento se ha ido, la misma canción solo una gota de agua en un mar sin fin, tú eres el único que desviste a mi alma.

Tu sonrisa en mi corazón.

Siento que hasta el viento pasa arrogante dándome la espalda, busco el sol para que me caliente y él se va, las aves se alejaron de mi jardín, al despertar de este sueño injusto, te he visto tan cerca de mí, te digo adiós porque el destino manda, me llevo tu sonrisa en mi corazón.

Como borro un poema.

Y será que muero en secreto, lentamente mis tinteros están secos, me siento vacía, soy un barco encallado en aguas del olvido, te llevo en la historia de mi vida, sonidos del silencio, en las nieblas de mi vida se filtran pálidas luces, escondo bajo mi sonrisa mis ganas de llorar, quiero borrar mi vida como borro un poema.

Brindo por ti, Maldito

Pocas lo conocen como yo lo conozco, el cansancio me lastima en el crudo desierto no entiendo la ironía del rechazo, ni el eco del olvido, así cómo una prisionera vago entre la neblina escondiendo mi fracaso, brindar por el tesoro perdido, brindo y lloro por lo valioso del tesoro, brindar por el silencio vagando en el abismo del desencanto 
brindo por ti, maldito.

Pasaron los días

Pasaron los días, los meses, los años, los inviernos, lo único que sigue igual es mi amor por ti, sigues siendo la mitad de mi vida, es difícil explicar esa emoción escondida en lo más profundo del propio ser, heme aquí 
dispuesta a seguir amándote, como si fuera el primer día, estás en mí como si fueras el tiempo, 
derramo lágrimas sobre el papel al recodar ese día que te vi con ella, pasé ante ti sin ser vista, como una sombra y tu caricia ausente fue cual jinete sin corcel, 
cómo olvidarte si sigues viviendo en las sombras que me van siguiendo, 
pero volviste a cruzar mi puerta.

En este mundo

En este mundo tenemos que estar siempre preparados para lo peor, siempre esta ahí esperándonos los ojos, ven solo lo que la conciencia está preparada para conprender, somos viajeros, 
la brisa juega con la cortina, fuiste mi ayer, te vas desvaneciendo en mi memoria, pero vuelves a mi memoria y a mis deseos, mi sombrero en el mueble cómo tú lo ponías, ay amor mío, espérame en ese lugar que llaman cielo.

Bajo la tormenta

Bajo la tormenta empecé a sentir que me volvía loca, los recuerdos me acosaban, me imaginé que iba montada en una carreta con dos caballos salvajes y los dejé que cayeran al precipicio, después me sentía la tension baja, me duro varios días, me decían que fuera al médico, no fui, decia que eso no era mío, después fue la flema que me asfixiaba, eso aún lo tengo, un amigo astrólogo me dijo, Morella, eso que sientes es el cambio, le respondí, sabia que eso no mío, el sueño, algunas noches no duermo, otras duermo mucho, ahora puedo escribir sobre mi vida, antes decía que tenía lagunas.

Llora mi alma por ti.

Allá donde se guarda el dolor, allá donde se guarda la esperanza de que vuelva alguien, allá donde llueven lágrimas de tristeza por alguien que me olvidó, allá donde flotan los días tristes que traen recuerdos, allá en el jardín de mis melancolías llora mi alma por ti.

Cobijados los dos bajo de él.

Recuerda que tus manos sembraron la semilla del desencanto en mí, tambien lo sembraste en ti y voy viendo como va creciendo el árbol del desencanto, hoy estamos cobijados los dos bajo de él.

A la deriva

Lluvia de pensamientos caen en el cielo de mi alma, ¿saldremos vivos de este barco a la deriva que vamos directo al abismo? Mejor me despido de ustedes. ¡Gracias, gracias! Las aves que llevan mis escritos ya se fueron del país, así si no ven mis escritos ya saben qué pasó.

Mi cerebro ciego

Estoy perdida en tu olvido, mis ojos no le sirvieron a mi cerebro ciego, oye el gemido de esta alma que ya nada la alegra. Mi pluma aferrada a mis manos te escriben aunque sé que mi recuerdo voló como una bandada de golondrinas.

MIra

Mira como se despiertan las flores, abren sus bocas para que las bese el sol, mira la casa de mis sueños, soy esa que pena en vida, huele a tierra mojada, huele a café recien colado, huele a musgo, vuelan dos gavilanes en mi jardín, vuelas tú en los cielos de mi alma.

Me rio de tu olvido.

Te busco donde descansa el viento, ahora dices que no me conoce,s cuántas veces se me enredaron mis dedos en tu cabello, cuántas veces me besaste toda, cuantas veces camine de tu brazo por la alameda orgulloso de lucirme, cuántas veces dormí en tus brazos contemplado mi belleza, cuántas veces te vi enloquecer al besarte todo. Un placer tan sentido jamás se olvida. Me rio de tu olvido.

Tus caricias

Una ola embravecida se acerca a mí, es deseo, es sentir, es volcán en erupcion, hay fuego en mis manos que acarician sin tocar, hay fuego en mi alma que percibe sensaciones cuando la noche tendió su manto, extraño tus caricias.

Mi adiós postrero.

En las alas del viento te mando mis poemas para que no me olvides, una vaga ilusión ha renacido en las alas de este poema, estás sobre el musgo sombrío de mi mente, te escribo en mi soledad donde crujen tus recuerdos y mis poemas preñados de escarcha, 
la lluvia gorgotea en la colina y en las perchas del tiempo va colgado mi adiós postrero.

Canta mi alma

La poesía es el canto de mi alma que canta, canta, canta en las horas lentas de mi hastío, mis deseos se pasean por mi poema imaginandome que te los escribo en tu cuerpo
como en aquellos tiempos que era tuya y tu mío.

Campanas

No he sido feliz, viví en los glaciales del olvido aterida con la nariz fría como los perros, aquel día acababa de llegar a casa un familiar, me asomé a la puerta, vi que venía un señor con una mochila, las campanas de la iglesia empezaron a sonar, me quedé en éxtasis, cuando dejaron de sonar las campanas vi que el señor estaba frente a mí, parece que el señor era un muerto porque nadie lo vio,
en la siguente mañana me desperté sobresaltada por las campanas, me senté en la cama, en eso oigo que me dicen, Morella, ¿qué te pasó? Era una de las que me acompañaban, como estaba oscuro ella pensó que era sangre y era que me quedé dormida con una blusa mexicana, cuando sonaban las campanas me escondía para que no me viera nadie, me iba, decir qué me pasaba, para qué decirlo, hasta que me entregaron la casa, desde donde estaba encerrada las oía.

Mis dos amantes

Una mañana le dije a una amiga mía, que era igualita a mi hermana, ve a aquella casa y pregunta si está el señor, le di el nombre, no digas que yo te mande, 
ella me respondió, tranquila que me voy a otro pueblo. Al día siguiente llegó mi amante, Morella, por qué mandaste a tu hermana a preguntar por mí, yo le respondí, debe ser que como soy bruja pasé en mi escoba, bajé a preguntar por ti y me convertí en ella porque mi hermana está en la capital. Él se quedó viéndome, no me dijo más nada. A los dieciséis años conocí a Judas, una tarde casi se desmaya por el miedo porque soy bruja,
el día que terminamos mi amante y yo me dijo, que su hermana se había ido para Colombia, al día siguiente estaba en la casa de al lado de la hermana, al saberlo él se quedó asombrado y quería verme. A los meses nos encontramos, él ya convencido de que tenía mi don, me dijo, como bruja fallaste, no he visto nada, le respondí, esta noche la vas encontrar con otro, él me preguntó, lo voy matar, le respondí, no, se va escapar por una ventana, tres tiros, acuérdate de mí, recuerda quién soy, él se quedó pálido, así fue, le dijo que iba de viaje. Al tiempo nos encontramos al verlo casi arrodillado a mis pies con su cara de pánico recordé a Judas. Yo estoy tatuada en sus almas, como Bruja.

Mis ojos están como un arroyo

Mis ojos están como un arroyo salido de su cauce, silencio tras del vestido, con mis pies desnudos y en mis manos una antorcha de espumas, hoy siento el frío del olvido. Cielo, cómo pude vivir viendo lo que los demás no veía, hay momentos que me siento desfallecer

Miles de horas angustiosas, la vida no perdona

Ayer te vi pasar con mi rival, qué horrible pesadilla saber que no me quieres, es un dique entre los dos, grité por qué por qué y alcé mis puños rotos, en mi pecho ha quedado mi dicha como marchitas rosas. Y aunque me niegues sé que has sufrido, yo sé que has vivido miles de horas angustiosas, la vida no perdona jamás 
y yo vuelo libre como la mariposa.

Tocan

Han tocado a la puerta los años que dejé pasar sin vivir, no voy a abrir, me siento en el sofá como Cleopatra en su trono, 
me levanto hincada sobre mis ruinas, busco algo que no haya sido destruido, 
las palabras llenan el gran vacío que siento en mi alma, lágrimas de amarguras vierten mis ojos al ver que en mi presente solo quedan despojos de mi vida, qué hago aquí, ya no tengo nada, mis manos yertas escriben, escriben, escriben para acallar mis pensamintos que me gritan, ¡pendeja, ve lo que hiciste de tu vida!

La misma tumba.

Mis ánimos tendran retoños, ya no sé disfrazar mi dolor o me cansé de hacerlo, tiempo para decir lo que siento, mis pasos nuevas huellas dejaron porque iré detrás de mis escritos, sigo el camino que el destino me marcó, no huí, 
creo que es hora de volver al museo de mi corazón, soy esa que no se olvida, 
yo soy esa que vivió en tu corazón como una golondrina, si volvemos a encontrarnos que sea para morir juntos, que nos entierren juntos en la misma tumba.

Jamás has estado sola.

Para no morir en el olvido que mis recuerdos serán mi mortaja, todas las respuestas a nuestras dudas se encuentran escritas dentro de nosotros, 
hay que buscar en el fondo de nuestas almas, cuántas ausencias necesitas para entender que jamás has estado sola, me dice la vida.

El alma atesora.

Un poema se empieza sin saber lo que se va decir y se termina sin saber lo que se dijo, quería escribirte poemas, pero tú eres poesía que al verte puede ser leída 
y los poemas que quería escribirte quedaron tatuados con mis caricias, eres orilla que supera al mar, hay caricias que el cuerpo no siente, pero el alma atesora.

Todo o nada

Sola, el reloj se detuvo el día que te fuiste, quizas el hastío barrió el deseo dejando frío donde hubo fuego, el silencio fue borrando hasta mis prosas, 
deseo dar la vuelta con la frente levantada, a veces todo parece tan profundo y tan frágil a la vez, búscame cuando extrañes una caricia, búscame cuando necesites todo y nada a la vez.

Nuestras máscaras

No todos los caminos me conducen al mar, otros me llevan a la tormenta que azota mi vida, qué decir de mí salvo que voy partiendo, no estoy viviendo simplemente espero a la muerte, coletazos del eclipse, nos está moviéndonos, todos tenemos nuestras máscaras

He visto

He visto mil hojas caer y la noche marchar veloz, he visto a la mentira volverse infinita, he sentido el odio golpearme al preguntar por alguien, he visto morir una flor, he visto acercarse a mi la decepción, he visto sanar mis heridas, he visto abrirse otra vez mis heridas, he visto irse la luz del faro que alumbraba mi camino, he visto la oscuridad con tu partida, he visto los días sin sol, he visto caer las hojas del olvido a mis pies, vi caer las alas de mi corazón sobre las hojas.

Hiedra

Soledad llena de soledades recodos con musgos, la flor bebía el rocío, aguas que sueñan al alba entre ríos de pasión donde fluyen letras
en cataratas de auroras
para esconder la desesperanza que la vida avizora, te busco como el río busca su cauce
para seguir su camino, eres la hiedra que se enredó en mi alma y te adueñas de mi existencia, un te quiero perdido en la distancia.

Manteles

El día tendera sus manteles en el suelo, el tiempo sigue escurriendose tan rápido, 
yo me quedé a mitad de camino, te dejé que siguieras el tuyo, yo llevaba una rosa en mi cabellera como guardando una primavera negándose a morir, estoy entre lo amargo y dulce de mis sentimientos sentada en la orilla del rio, en la infatigable corriente del rio fluye el tiempo, se posan las golondrinas del olvido en mi hombro, ¡ay ya no puedo más! ¡Cielo, piedad, no puedo con el peso de mis culpas!

Ella

Estaba hablando con mi familiar sobre el hombre que me entregó la casa, ella me comenta que él estaba obsesionado con ella, 
el suegro de ella había dicho que no lo dejen salir solos porque él se había dado cuenta, ella me dice que quiere saber que le pasaba con ella, yo creo que ellos eran esposos porque cuando él se enferma, él no solo confundió el nombre de mi familiar, estaba hablando de esa que el recuerda de otra vida, el estaba recogiendo sus pasos.

Vela que ondea

Sentada mirando la otra cara del silencio, he bajado el telón de mi tiempo perdido, vela que ondea
hollando en los escombros de mi vida, busco tu recuerdo que se perdió entre las cenizas del tiempo, silencio que habla, 
mis manos te escriben desde un lápiz balbuceante y fugaz locura que embriaga mis sentidos.

Un año más

¿Por qué vuelves a mi memoria? Triste recuerdos de este desierto corazón, 
hoy mi alma quiere ser un ruiseñor para cantarte
en esta noche que se cumple un año más de tu partida, las más sincera y ardinte confesión sube a mis labios. No puedo besarte. No puedo abrazarte, aunque mis ojos no puedan verte puedo verte con los ojos de mi alma, sí puedo verte con mi corazón, con mi mente, 
extraño esas conversaciones sin hablar, esas miradas de comprensión, dos almas que se amaban, dos almas aunque se alejen no se pueden olvidar.

Agonia

Contemplo la sucia flor de mi agonía, voy a hacer de mi cadáver el último poema, fui guardando en las nubes de mis manos tus besos, para con ellos hacerme mi mortaja, yo escribo sin encontrar asilo en mi quebranto, para decirte repriento mi llanto, tan solo, ¡Adios!

Murcielagos

En las madrugadas caían los murciélagos en picado en la habitación, horas triste de espera, las palomas blancas se posan en las ramas, cae todo al fondo del tiempo, como el barco que se hunde apagando sus luces las palabras no son sino piedras rodantes ante la mirada de esta pendeja, 
cae la noche para dar paso al día encerrada en la jaula de mi destino, veo pasar ante mis ojos todo lo que no vi en su momento, caí al fonde de mí misma a lo más bajo, caen mis lágrimas y el frío hace su gruta de huesos, cae mi corazón en pedazos, caen las cenizas de mi amor por ti, caen los pétalos marchitos de las flores de mi jardín, caen como cáscaras los años.

Aromas

Mis manos se calientan al son de las teclas y letras, me siento como en una selva, se despierta mis instintos de leona, grité al aire, no respondiste, agonizo en silencio, ni una palabra de aliento me diste, 
me huele a olvido, tú sabes que soy como los animales, bueno yo soy una perra
yo olía el aroma del hombre que buscaba a los siete años, a los trece presentí su presencia y su aroma llegó a mí, la del dios griego y si Judas se perdía yo lo encontraba, vivíamos en pueblos diferentes, veía a un señor que es locutor, me llevaba el aroma de Judas, un dia nos encontramos con el locutor, le pregunté, ¿tú lo conoces? Me respondió, sí, vivo en una casa de él y las emociones huelen.

Yo encerré a mi corazón,

Envidio a todo aquel que el amor a encontrado, yo encerré a mi corazón, 
quiero despertar de esta pesadilla, mi corazón poeta muere lentamente, mi alma grita clemencia entre las tinieblas del dolor, ¡ay la vida y la nada!

Recuerdos míos.

Me parece verte regresar con el adiós, yo no sé si es pecado adorarte, fue difícil aprender a no estar contigo, 
borrar tu huella en mi piel, 
sé que tus insomnios están llenos de recuerdos míos.