Una mañana le dije a una amiga mía, que era igualita a mi hermana, ve a aquella casa y pregunta si está el señor, le di el nombre, no digas que yo te mande,
ella me respondió, tranquila que me voy a otro pueblo. Al día siguiente llegó mi amante, Morella, por qué mandaste a tu hermana a preguntar por mí, yo le respondí, debe ser que como soy bruja pasé en mi escoba, bajé a preguntar por ti y me convertí en ella porque mi hermana está en la capital. Él se quedó viéndome, no me dijo más nada. A los dieciséis años conocí a Judas, una tarde casi se desmaya por el miedo porque soy bruja,
el día que terminamos mi amante y yo me dijo, que su hermana se había ido para Colombia, al día siguiente estaba en la casa de al lado de la hermana, al saberlo él se quedó asombrado y quería verme. A los meses nos encontramos, él ya convencido de que tenía mi don, me dijo, como bruja fallaste, no he visto nada, le respondí, esta noche la vas encontrar con otro, él me preguntó, lo voy matar, le respondí, no, se va escapar por una ventana, tres tiros, acuérdate de mí, recuerda quién soy, él se quedó pálido, así fue, le dijo que iba de viaje. Al tiempo nos encontramos al verlo casi arrodillado a mis pies con su cara de pánico recordé a Judas. Yo estoy tatuada en sus almas, como Bruja.

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