jueves, 24 de enero de 2019

Miles de horas angustiosas, la vida no perdona

Ayer te vi pasar con mi rival, qué horrible pesadilla saber que no me quieres, es un dique entre los dos, grité por qué por qué y alcé mis puños rotos, en mi pecho ha quedado mi dicha como marchitas rosas. Y aunque me niegues sé que has sufrido, yo sé que has vivido miles de horas angustiosas, la vida no perdona jamás 
y yo vuelo libre como la mariposa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario