Volvi

Canta en la punta del árbol un pájaro, el río corre alegremente a el mar, volví al pueblo donde amé la vida, arenas del tiempo que me envuelven arrojando el polvo al viento y heme aquí arando las arenas del tiempo esperando a mi amiga Muerte, canta el pájaro en el árbol.

Abismo.

Quiero escaparme de esas ventanas que al abrirlas dejan pasar el aire con olor a soledad, mi llanto en la tumba desolada sufriendo la agonía de querer y nada espero, los minutos pasan y se trasforman en eternas horas y sigo en el mismo lugar, cómo hoja al viento me dejo llevar al abismo sin protestar.

Niño.

Benditas las lomas dormidas en la oscuridad, cada flor abre su boca buscando la lluvia, oigo decir a un niño, ¡tengo hambre, mamá! Con su mirada triste, miro al cielo, ¿por qué me mandaste con este corazón?

Espacio.

¡Oh, alma mía! Que vas y vienes por las sendas del espacio, en mi alma hay versos escondidos, tus besos dejaron sus estelas que nos unen, escribí en mi memoria tu semblanza y en tus ojos estoy grabada, ¡oh almas! ¡Oh almas!

Gaviotas.

Y aunque parezca no amanecer, yo te espero, quiero ser el camino a tu caminar en mis desvelos, volamos como dos gaviotas sin detenerse en un atardecer, en mar, brisa, horizonte, anhelo besos y pasión.

Hoja

Cuéntame viento tardío si viste el mismo ocaso, por estar en otros mundo olvidé que este es mío, en una de las vueltas de la vida volviste, pero yo seguí enamorada de los recuerdos, ese instante se hizo tan transparente como una gota de agua que rueda por una hoja.

Versos.

La claridad de la aurora se dibuja en tu cara, millones de versos no te traen de vuelta, en tu piel quiero reposar, en mis sueños te sueño presa voluntaria en el éxtasis de la noche, ven, disfrutemos de este paraíso pasajero, sueños de almohada, enredate en mis cabellos.

Cenizas.

En las cenizas muertas, quedan las brazas esperando el soplo para hacerse las llamas de mi amor por ti, quiero sentir muy despacio el sabor de tu ausencia, te escribo hoy en la fina arena de letras encallada en el eral, el viento teje la ilusión de un beso, ¡oh, viajero que te perdiste en los caminos de la eternidad!

Arrullo

Dormitando entre el arrullo de la brisa casual, he decidido echar mi velero hacia desconocidos mares y seguir siendo la niña que le hurtaba besos a la mañana, mis locuras me hacer sentir viva, atrás viendo en el tiempo reflejos de la luna sombría.

Negras.

Hay tormentas negras en el alma, las manos van tejiendo las distancias, lagrimas que hieren, flores que se van marchitándose en el jardín de mi alma, el destino cruel me relegó, algún dia descansarás tus heridas en mi pecho.

Nadie.

Me preguntas si te pienso, te diré que vivo perdida en la inmensidad de la nada, no me aferro a nada ni a nadie, renuncié a todo, un dia volaron las golondrinas del recuerdo, quedé vacía mirando el tiempo pasar, lo quisiera detener y me doy cuenta que yo voy pasando sola con mis manos yertas, vacías esperando la muerte.

Aleteo

La noche cómo aleteo de mariposa cae lentamente, noche eterna, doy vueltas en la cama, me levanté y me asomé en la ventana, me siento encima de la neblina, vi abajo arboles, de repente le hablé al ser que estaba a mi lado, le dije pensaba que eran ideas mías que tú estás a mi lado.

Libres.

Las aves vuelan por la montaña cantándole a la libertad, esta mañana fría con sus vuelos rasante por mi ventana canten, canten aves cantoras, felices los libres como los pájaros

Otra.

Cuando sientas otra piel, otra boca, me recordaras porque llevas mi molde. mis caricias palpitaran cuando otras manos te acaricien, eres mío como la arena del mar, tus labios son puertas que me llevan al cielo y más allá del infierno.

Sol.

El sol se abre paso entre la neblina, tu amor desvanecido en la orilla del olvido hundida en la espesura de noches oscuras, una noche sacié la sed en el fondo de la copa vacía, me embriagué de besos, te olvidé y no solamente besó mis labios sino mi alma.

Buitre.

Apareciste en mi vida cuando mis ilusiones dormían, somos tan distintos y al mismo tiempo iguales, mis ojos se ahogan en profundos lagos de misterios, te busqué en un rincón de mi memoria, eres el fantasma de una pasada gloria, he desatado un nudo en mi corazón, la culpa aún me ronda la razón cómo un buitre a la carroña..

Otro.

Otro atardecer guardando los deseos, mis labios tiemblan, el silencio se rompió en un suspiro de alcoba, un mar de emociones es tu presencia desearte hasta nublar mi mente, descender al infierno y rozar tu mundo con mis alas, una tenue luz cruza por la alcoba, pasión, lujuria, sentimientos encontrados.

Horas.

Las ausencias son distantes cómo grande es el universo, la tristeza invade con su fina melancolía a mi alma, tengo tantos recuerdos intangibles que hoy iluminan mis horas tristes, soy un castillo en un mar de ruinas, anoche soñé que era feliz.

Cama-

La luna se adormeció entre nubes, cerré mis ojos para sentir tus caricias, la cama prácticamente esta vacía, mi corazón acelera sus latidos, tus manos quedaron marcadas en mi piel, mis manos quedaron extendidas buscándote en el viento, la luna salió y se refleja en el mar.

Rosa

La rosa llora esta tarde lluviosa, empieza a gritar, dónde está mi cariño, el sol se escondió en el ático del cielo, las horas con su tic tac inquieto, su pensamiento divagaba en el tiempo, son espinas como dardos ponzoñosos que le clavó sin compasión, la rosa le decía, mírame, ya no tengo lagrimas.

Naufrago.

Ese dia que volvió, se agarro de mi mano cómo se aferra al salvavidas un naufrago, sus pupilas reflejaban la angustia y el dolor de su alma, yo nunca lo defraudé, la ironía se aposento en mis labios, no sé cómo encajar en tu tristeza

Vuelve.

Un dia juré que te vería llorar por mí, voy danzando en las ramas de mi soledad, siento mis pies mojados con la marea bajo un cielo azulino de un alba tan extenso y tan transparente, voy muriendo como muere una bella flor, para renacer en otra primavera, todo vuelve.

Mi nombre.

En el laberinto las estrellas te susurraron mi nombre, la luna derramaba su luz y el silencio tocaba piano acompañando tu llanto, que aunque lejos llegaba a mis oídos, el tren partió un dia a las ocho de la mañana, la fotografía se cayó, ese fue tu adiós.

Tu.

El hiriente presente, me lacera tu silencio, va deshojando mis sentires, te acogí en las sombras tristes del dolor y la vida se detuvo en tus brazos, tus manos en mi piel como aves que acarician mis sentires, mis ojos se mecen recreándose con tu recuerdo, mi vida huele a escarcha mojada,
insomnio de letras.

Abismo.

Bailo descalza bajo este cielo azul, no tengo miedo de las despedidas, sé que después volveremos a encontrarnos con otro disfraz, nada nos pertenece solo lo que llevamos en el corazón, la bruma deshoja matutinos resplanderos, dándole paso a la limpidez del horizonte, solo oigo el trino de un ave y un canto en el abismo.

Usted.

Usted me busca ahora que lo olvidé, por qué tengo que quererlo cuando usted quiera, los ojos son de quien los hace brillar y los míos no brillan por usted.

Aqui.

Aquí contemplando la neblina escribiéndote con la pluma del alma, cuánta quietud, cuánto vacío, silencio, solo silencio tejiendo mis versos en las sombras de esta madrugada hilando y destejiendo las horas, extrañándote sin verte, sin ti la vida no la quiero, ¡ay, sin verte! ¡Ay, sin verte!

Inmensos.

Entre la lluvia se escapan mis sueños inundados, arrepentida por cada paso errado y el tiempo perdido, soy un fragmento de mi misma que divaga, quiero verme reflejada en tus ojos que llenan mis vacíos inmensos, mientras el ocaso se oculta en la lejanía yo te escribo y al calor de la hoguera me embriago y brindo por esa noche que jamás olvidare.

Niño.

Pájaro errante que vuelas en la montaña cubierta de neblina, entre las rosas del olvido un niño cae, una bandada de palomas lo alzan del suelo y se los llevan y lo sienta en una nube. ¡Maldita la mano que lo hizo tropezar, ese ser jamás tendrá paz

Alero

Se le cayeron los pétalos a la flor, en la hora menguada el viento llora, una alondra canta en el alero, la paloma herida estremecida reanuda su vuelo recibiendo el frio helado, su mirada va perdida, lánguidas hojas secas, alborota el viento penosas remembranzas de este corazón herido.

Serena.

Me hace falta el infeliz para juntar nuestras infelicidades, yo llamaba libertad a esos ratos que pasaba en sus brazos, te abrazo en mis brazos y en mis desvelos duerme mi amor preñado de silencios, mis manos vacías te buscan y sueño que de verdad en silencio me añoras, en un lago de deseos nado, quiero besarte todo en esta noche serena sin luz de luna.

Vida.

Aquí me alzo invencible, troncos de arboles destrozados, no hay silencio más callado que tu voz en vientos de soledad, no te veo, pero te siento en mi corazón, recibo las migajas de una flaca lloviznas, el barco allí en el mar y mi corazón da vueltas, al soñar mis manos se estiran tratando en vano de atrapar un sueño, una tregua en mi destino, mi alma deambula descalza a la orilla del rio de la vida.

Delirio.

Quise detener ese rio caudaloso que se ergia orgulloso ante mí, mi amor por el fluyó como una cascada de aguas cristalina cargada de pasión, mi espíritu comenzaba a sentir su perdida, en medio del desierto el viento huía de mi delirio, la tristeza me va llevando al final.

Miedo.

Huracán y tempestad se abalanzan perturbando a las montañas que declinan, días soleados que parecieran oscuros atardeceres sombríos, sentimientos a flor de piel, vientos de desorden, qué tanto miedo, qué tanto engaño, una ave de rapiña se asomó en la ventana ,me dijo, no te asombres de lo que ves, sientes, ¿tú me entiendes?

Barandas.

Violines que gimen, yo había pasado por la vida lejana de mi misma, mis sueños se quedaron en las barandas del tiempo, quién oye mi alma poeta cantar sus penas, por qué lloras me pregunta el viento, le respondí, por mi amor, con amor pago desdén con desdén devuelvo, mis manos ahora lloran y callan y me muerden las llagas del alma, cómo decirles a los espejos que no me reflejen.

Glorias.

El viento haciendo temblar las hojas, vivamos junto las glorias del ayer, sé que sembré la semilla del amor en un corazón ajeno, no hay cielo sin tempestades, escucho con acierto la quejumbrosa calma de los mares escribiendo versos y siento tus suspiros desde ese más allá, qué profundo es el misterio del amor.

Rosa.

Al fin volvió por mí como ave peregrina un dia de invierno, te di la rosa que lleva la fragilidad de la mariposa, por amarlo nada esperé y mi alma reconoce la sombra que me acompaña atravesando el crepúsculo vagando como el aroma de un clavel, en la brisa de la tarde el eco de su voz me eriza la piel, me sube un calor, tejió sus hilos de pasión en mi ser.

Mio.

Silencio, solo silencio en mis noches frías, entre sabanas estaba tu pecho junto al mío, tu amor se armó con el mío en una sola pieza, me dicen que me olvidaste, yo me rio de tu olvido.

Espinas

El fresco perfume de mis rosas, tú estás en el perfume de las flores, llegó el alba y la luz del dia, eres el crepúsculo que acompaña el letargo de la tarde, eres el silencio en el manto azul de una noche callada y estrellada, te llegará mi olvido cuando las espinas de mis rosales hieran tu piel, margaritas que adornan la orilla de la fuente donde se posan las aves a calmar su sed.

Violin.

Esta noche me acompaña la melodía de un violín que me revela el dolor de mi alma, una suave brisa recorre mi cuerpo inerte, llega la lluvia y con ella llega tu recuerdo, yo nunca olvidaré lo que fuiste para mí, tu recuerdo se quedó guardado, quisiera huir de las sombras, flor que viaja por el viento, aurora boreal, en el frio encuentro de mis ojos los sentidos se detienen frente a un fuerte sentir que brota de mi alma poeta.

Mundo,

La neblina cubre toda la montaña, en qué momento notaste mi ausencia, en qué momento dejé de estar en el mundo, cuándo me alejé de todo, vacía como una caracola en el mar que nunca encuentra su felicidad, por no decir lo más importante, solo deseo partir de este mundo, empece a preguntar qué será de mi de mi vida, se convirtió en un desierto sin pausa.

¡ay, la golondrina soy yo!

La mariposa se alejó con su aleteo, esta mañana lluviosa las hojas caen, se posa en la rama la golondrina aterida pregonando en voz alta que ya no quiere seguir respirando, voló a su nido, desde allí veía llover, se durmió, vio una bajada con unos arboles hermosos, mientras caminaba vio que de un cruce salía un rio con aguas cristalinas, se detuvo por que le dolió el corazón, porque le preguntó a su amado, ¿por qué no vienes? La golondrina se despertó triste, ¡ay, la golondrina soy yo!

Delira.

Solo el tiempo rompe el silencio y delira en plenitud por los vientos, te amo cómo se aman las noches llenas de estrellas, este corazón alocado te busca sin descanso, palabras que no se las lleva el viento por muy furioso y apasionado que sea un dia, me volví un recuerdo olvidado, una fotografía tirada en un rincón, encerré en poesía todos los recuerdos y llamaré al sol para que me de su calor en este invierno frio, hoy camino desnuda por lo incierto.

Libre.

Quisiera ser libre como el mar, quise borrarte de mis pensamientos, al escribir habla mi alma como el músico que habla con sus pensamientos, el pintor dibuja su sombra, el bullicio de los recuerdos se agolpa, no hay silencios entre tu alma y la mía, voy entrelazando el vivir y el morir, los días, los años se convirtieron en viles traiciones, desamparo esa sombra es la que me acompaña, no rompas mi silencio con tus gritos, cambié mi vida por una oración.

Soñe.

Te busco en la oscuridad de mis pensamientos, saca el dolor de mi alma que la enluta, soñé amarte y ser correspondida, necesito vencer ese muro para que te quedes para siempre conmigo, la noche se yergue esbelta y yo sintiendo las mortajas de la nada, me asomo a la ventana, la luna desparrama su luz y el silencio toca el piano entre susurros de un pasado que ya no existe.