La rosa llora esta tarde lluviosa, empieza a gritar, dónde está mi
cariño, el sol se escondió en el ático del cielo, las horas con su tic
tac inquieto, su pensamiento divagaba en el tiempo, son espinas como
dardos ponzoñosos que le clavó sin compasión, la rosa le decía, mírame,
ya no tengo lagrimas.

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