lunes, 30 de noviembre de 2015

Lloraba mi alma, estaba desesperada, me acosaban las culpas y nadaba en el mar de las errores y torpezas, casi me ahogo, oigo el teléfono cuando leí «Porque soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra,que te dice `No temas, yo te ayudaré. Isaias 41.13» me quedé asombrada, anoté la cita y la hora, al siguiente me llegó otro mensaje, los fui guardando en una agenda, pasó el tiempo, la persona que me envía los mensajes vive lejos de mí, un día nos encontramos, le pregunté ¿qué te hace que estés pendiente de mí? Me respondió; Dios esta pendiente de ti, yo soy tu mensajero.
Sigues con tu corazón de piedra a pesar de que el viento te habló y te dijo; «te hablo para que aprendas a tener compasión» Me asombra que no hayas seguido el consejo.
Aquella noche que me tatuaste tus besos, noche sin final, juro que me sigues besando con besos nuevos.
Voy dejando mis pasos en el mundo, mis letras cargadas de sentimientos, delirios, el roce de la tristeza, la nostalgia, está llegando
la brisa me pregunta; ¿Lo amas? Le respondí; No, me acostumbre a sus caricias.

Ahogada en mis culpas y errores, le supliqué al cielo que tenga piedad de mí, me quedé dormida y soñé que estaba en una calle oscura y venía algo hacia mí, como lodo, corrí, salté y caí en un triángulo color crema que estaba fuera del mundo vi hacia bajo, estaba oscuro, levanté mis ojos hacia el mundo y allí estaba el Cristo Redentor con sus brazos abiertos, sostuvo el lodo y mirándome como diciéndome; «yo conozco tu corazón» fue un sueño pero para mí fue mi realidad.

domingo, 29 de noviembre de 2015

Unos caballos atravesaron la planicie a todo galope, cerca en un árbol vivía una familia de ardillas, ardillita más joven se asomó a la ventana.
—¡Qué bellos esos caballos! ¡ay! Sueño con tener uno así.
—Ar anda a estudiar y deja de soñar, estudia para que después te des tus gustos —dijo la mama desde la cocina.
El primer piso del árbol también vivía una rata mayor con su hijo, la esposa y un nieto, la señora rata se asomó a la puerta.
—Caramba van a despertar a mi nieto —dijo la señora rata, enseguida cerró la puerta y buscó su mecedora, se sentó a mecerse, recordó cuando llegaron las ardillas, de cuando era joven, suspiró, cerró los ojos, de repente está en medio de los caballos.
—¡MI NIETO, MI NIETO! —gritó
Sintió una sacudida.
—Mamá despierta estás soñando —dijo el hijo.
—¡Ah soñando! ¡Qué susto! —dijo la señora rata.

Oigo el murmullo de las cosas, bailo por el campo, emocionada oigo el canto del universo, la brisa pasa rauda y me susurra, qué regalo más bello que te dieron, perdonaste, seguí bailando, en una vuelta siento los dolores de parto de la tierra y me hace trastabillar, pero sigo bailando.
Me canso de caminar en estas grandes avenidas, en mis sueños te busco y no puedo encontrarte, quiero hacer como hacías tú que me encontrabas a mí como un perro corre hacia su dueña, ¿dónde estás, sabes que te busco? Ya ni en mis sueños estás ¿por qué qué te impide venir a mis brazos? La noche se abatió en mi espíritu.
Caminaba con mi sombrilla bajo la lluvia, aquella tarde me quedé mirando una casa acogedora de madera con grandes ventanales toda iluminada, viene un carro con los faros encendidos, me detuve porque me palpitó el corazón al sentir la mirada de ese hombre que amé tanto, nos miramos, seguimos, me estremecí al recordar sus caricias
Mi vida se va consumiendo entre el hastío y los sueños blancos como la nieve que se van derritiendo y caen en los manantiales.

sábado, 28 de noviembre de 2015

La tortuga y el conejo.

La niña corría por el bosque, iba a visitar a su abuela, se detuvo porque vio unas flores silvestres de varios colores, saltó sobre ellas para recoger unas para hacerse una guirnalda, corrió al río, cuando vio la imagen que se reflejaba en el río se quedó embelesada, se preguntó ¿esa soy yo? Oyó un ruido, volteó pero enseguida volvió a mirar su imagen en el río, sintió de nuevo un ruido, se levantó y corrió hacia un árbol y vio a un conejo que corría, se quedó allí hasta que ya no lo veía, salió de su escondite y siguió su camino, caminó un par de metros y se encontró con una tortuga.
—¡Buenos días señora! —dijo la niña.
La tortuga levantó la mirada con curiosidad.
—¡Buenos días niña! —respondió la tortuga.
—¿Puedo acompañarla? —preguntó la niña.
—Si quieres caminar con esta anciana —respondió la tortuga.
—Sí, voy a visitar a mi abuela —dijo la niña.
Las dos caminaron y conversaron animadas, la tortuga le comentó que por años caminaba por allí, le gustaba ese lugar.
—Recuerdo mi juventud, lo hermosa que era —dijo con nostalgia la tortuga.


—Señora sigue siendo hermosa —dijo la niña para animar a la afligida tortuga, ambas se miraron y sonrieron, cuando la niña miró el camino que la llevaría a la casa de su abuela se despidió de la tortuga y ambas siguieron sus caminos.La niña caminó alegre y se paró para ver a lo lejos la casita de la abuela que se veía desde allí cómo si estaba cerca del cielo, en eso le habló el conejo y del susto brincó
—¡Me asustaste! —dijo la niña.
—¡Perdóname! No quise asustarte, es que desde que te vi quería invitarte a pasear con mi amigo el corcel mágico —dijo el conejo.
—¿Y dónde está? —preguntó ella.
—¡Está aquí! —respondió él y el corcel salió de la nada, la niña y el conejo subieron a su lomo y juntos volaron por el mundo
.
Olvido, lejanía, vanos recuerdos, tañen las campanas con su sonar lánguido, me iré sin un adiós, me cubre el silencio, no me reproches si me olvido, recuerda que hay momentos que la locura se apodera de mí, de lo que no me olvido es amarte más allá de la muerte.
Muriendo poco a poco, prisionera en esa cárcel soñaba con mi libertad, quería dibujar mi corazón en el cielo para que lo vieran y salvaran, pero un día me di cuenta que jamás seré libre mientras viva mi verdugo.

Perla, la niña de la montaña

En la montaña había una casita de bahareque pintada de blanco, en esa casita vivía una niña llamada Perla, que le gusta escribir cuentos, se sienta en su mesita para escribir y desde allí ver y oír las aves cantan para relatar en sus escritos. UN día la mamá la llamó para almorzar, cuando Perla llegó al comedor, vio que en el plato había unas sordinas, se puso a llorar.
—HIja ¿Qué te pasa? —preguntó la madre.
—Cocinaste los peces —dijo Perla.
—¡Ven! Los peces están en la pecera —respondió su mamá, Perla saltaba de alegría.
—¡Ay mamita qué linda! —y la besaba.
En eso vio que pasaba un ratón, corrió para jugar con él, la mama la agarró de la mano.
—Ven, vamos a almorzar, cuando llegue papi bajaremos al pueblo para comprarte un escaparate —dijo la madre
—Pero mamá... quiero jugar con el ratón —suplicó Perla.
—Niña cómo vas a jugar con un... —La niña la interrumpió.
—Son lindos con sus bigotitos —dijo Perla— quiero un perrito, un gato, una tortuga y...
—Quieres un zoológico aquí en la montaña —dijo la madre.
—Sí, para jugar con ellos. —La madre sonrió.
—¡Mira! Allá abajo viene tu papá. —Perla alegre comenzó a correr hacia su padre. —PERLA, CUIDADO —gritó su madre.
Perla llegó emocionada al lado de su madre porque su padre le dijo que si iba a ponerle un zoológico, la madre miró a su esposo, siempre hacía eso, alentaba a la niña con sus fantasías.
—Bien, almorcemos, Perla luego arreglate que vamos a comprarte el escaparate y unas cobijas, ya viene el frio —dijo La madre de la niña, los tres entraron a la casa, almorzaron, se arreglaron y bajaron al pueblo.
Se tardaron, cuando regresaron Perla llegó contenta con lo que compraron, su escaparate estaba hermoso, cenó emocionada y se fue a dormir, en la madrugada, llegó asustada a la habitación de sus padres.
—¡Papá a mi mamá la mató un oso —dijo alarmada Perla.
—¡Hija! Ella solo dijo que la cobija arropaba como un abrazo de un oso.

Seguir soñando, siguen las luces y las letras danzando, sigue brotando agua del manantial, siguen las aguas del río al mar, en el silencio oigo su silbido, es el viento.
El tiempo implacable sigue pasando y en la incierta realidad de mis ensueños deambulo tras tu recuerdo.

viernes, 27 de noviembre de 2015

Me heriste con tu desdén, hay espacios que es mejor dejarlos vacíos, tus cartas las rompí, no sé porque las guardé, ahora no guardo basura.
Borré todo lo que me duele, mis tristezas, decepciones, de ella lo sé todo, cuando me muera no me extrañes, porque estaré feliz en ese mundo desconocido y tú sufriendo.
Aquella tarde llegué al lugar de nuestras citas, estaba lloviendo, había mucha gente, de repente oí tu voz, presentí que algo pasaba, cuando me acerqué te sentí ausente, te dije me voy, cuando llegué a la casa las rosas estaban ajadas.
Del manto del cielo caen gotas que caen sobre el mar. Mar azul rozas mi piel como sus manos, somos como dos gotas de aguas que se los lleva el mar y las vuelve a juntar, nadamos en el mar del mundo y volvemos a unirnos.
En mis letras hay un sentimiento que no te engaña, cierro mis ojos y te miro, mis oídos oyen tu voz, mi piel se eriza al sentir tu piel, mi corazón late al lado del tuyo, llegué al teatro, me senté a llorar, la gente se fue me dejaron sola

jueves, 26 de noviembre de 2015

Una tarde llegó a mi un corcel mágico, me dijo que le pidiera todos mis deseos, que él me los iba a cumplir, me quedé callada a el corcel jamás lo volví a ver, cuando me visitó el desengaño lloré por el corcel que voló a tierras lejanas.
Somnolienta, miro el cielo con nubes grises, las flores marchitas, las aves ya no trinan, ya no veo tus huellas, atisbando me siento en el suelo, ya no espero a nadie, solo soledad y silencio.
Las gotas de roció me caen, en esta fría madrugada me siento vacía, no puedo luchar contra la vida o con quien me obliga estar aquí, aterida me refugio en mis letras que me consuelan.
 Soy una sombra que camina por las calles solitarias con mi poesía a rastras, las luces parpadeando, mi alma es un mar de dudas que se unen con las tuyas.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Dónde está aquella niña de carita triste que estaba montada en un caballo en un cuadro, ¿niña dónde estás? ¿Ya presentías tu negro destino? Nunca olvidé tu carita triste, ni tus ojos tristes donde las lagrimas jugaban con tus pestañas para que no corrieran por tu rostro, ¿dónde estás niña? ¡Ven a jugar conmigo!
Destellos de mi corazón voy escribiendo trazos de mi vida y se van en lontananza, quedan letras por escribir, oigo el sonido del mar, ¡oh mar me serenas! ¿Y esa música celestial? ¡Oh destellos sobre el mar! ¡Oh todo es mi alma en paz!
Qué puedo esperar si tú no me quieres, si tus besos ya no son míos, sábanas dobladas por los recuerdos, cuántos luceros en el cielo, quiero contarlos, callé mis letras, me siento vacía, migajas de todo, vuelven las golondrinas para anidar en el balcón, pero nuestras almas jamás volverán al nido.
Esas noches tan mías se fueron, ahora mis pasos me llevan a lugares desconocidos, las letras danzan y mi boca enmudeció, me cansé de librar batallas en silencio, quiero gritar gané.
Te sueño en la misma almohada, me levanto en las madrugadas para escribirte, es la única forma de besarte, ese día que me devuelvas los besos la primavera cantara, los ruiseñores se posaran en la ventana, cierra los ojos y despierta en mis brazos.

martes, 24 de noviembre de 2015

Renací entre las cenizas con mi manto cristalino, aquí estoy con mi alegría, mis labios cómo pétalos de rosas rojas, en mis poemas te escribo ¡acuérdate de mí!
Ámame, estoy cansada de caminar sola por la vida con mi hastío, mi voz es un murmullo, busqué en los versos consuelo pero me cansaron, soy un payaso que cuando me quito la máscara llega la amargura.
Quiero reír a carcajadas, correr por la arena descalza, las olas se deslizan por mi cuerpo, la arena se escapa entre mis dedos, no te elegí, un día la vida me puso en tu camino y desde ese momento viví en tu mente.

lunes, 23 de noviembre de 2015

La magia de tus brazos, no quiero que se oculte el sol, dónde se irán los recuerdos de esta tarde que en tus brazos dormí, recuerdame en tus deseos, me dejas tu aroma entre mis sábanas.
Ahora llueve sobre mi poema, sobre mis rosas, en mi soledad sigo soñando con tus besos, mis deseos se encienden, la lámpara se apagó.
Pasión que me araña, versos que hablan de libertad, ya no me perteneces, eras tan mío, como las espinas a las rosas, como las olas al mar, cuando te fuiste te diste cuenta que fui tu dueña.
Cuando me haya ido lee mis escritos y sentirás mi alma inmortal, no puede la distancia hacer que te olvide porque mi corazón es el refugio del amor por ti y te quiero con el alma y ella nunca muere.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Mi alma grita: ¡noche que vuelva! Un poema, una súplica al cielo, el hilo se rompió, ¿por qué no puedo tenerte? Voy nadando en tus ojos, llego al fondo de tu alma y aquí estoy grabada.
Busqué entre tantos, cuando te vi supe que estás en las raíces de mi corazón, mi mirada fija en el faro, presa en ese tiempo que me amaste, en lo profundo del océano me hunde la nostalgia.
Desde el día que te vi me enamore de ti, tú habías vivido muchos inviernos, una tarde me convertí en lluvia para acariciarte, me senté en el puente a jugar con mis pies en el agua porque otra se había convertido también en lluvia para acariciarte.

sábado, 21 de noviembre de 2015

Se acabó nuestra historia de amor, se apagaron los rumores, las aguas del río se fueron aclarando, yo estoy de paso por este mundo, cuando me vaya, vuelven los rumores pero como el brillar de un relámpago volveré y les diré; ¡que corto es el vivir!
Quiero tenerte estremecido de pasión, cuando te beso voy a navegar de placer en tu cuerpo como barca que me lleva a lugares desconocidos y ver las estrellas de cerca, oír tu voz en el espacio diciendo mi nombre en el momento del éxtasis.
La flor nació en medio de la maleza, ella sufría porque la maleza no la quería, pasó el tiempo, pasó una mano generosa y se llevó la flor para su casa, la cuidó, un día la vio decaída, le dio unas vitaminas y ella agradecida se animó para que la viera linda y pensó, si pudiera decirte que aunque no me querían yo las amo y las extraño.
Con qué cortaron los hilos que unieron a nuestros corazones, el día que los cortaron lo sentí, su mano la sentí fría, él siguió su camino feliz, había encontrado una nueva ilusión, no sabía que yo me estaba despidiendo de él, ya estaba por llegar a la estación del tren
que lo llevaría lejos de mí.

El tiempo se pone triste, el viento arroja las hojas, el tiempo es el que puede sanar mis heridas por tantas decepciones, mis letras se llevan parte de mi alma, mi llanto ,las huellas de mis sentimientos, en esas letras plasmo retazos de mi vida.
Lloraste por mí, qué sorpresa te dio la vida, lloraste porque me quieres con locura, después que me negaste, ¿viste como castiga la vida? ¡Ahora sufre!

viernes, 20 de noviembre de 2015

Estoy tan lejos de ti y me estoy marchitando como la rosa cuando le llega su tiempo, duda de todo, pero no de mi amor, asomate a mi alma y verás el amor que siento por ti.
Ese día que dejaste de quererme las hojas me consolaron, el agua dejó de correr, las flores se marchitaron, regresaste, las aguas siguieron su curso, las flores volvieron a la vida, las hojas el viento se las llevó y las pegó en los arboles y mi corazón dice tin tin.
Grito mudo que se pierde en la noche, quiero plasmar este momento porque mi alma me lo pide, las sombras del desconsuelo me atan, cómo te digo que me hace falta la luz de tus ojos.