Unos caballos atravesaron la planicie a todo galope, cerca en un árbol
vivía una familia de ardillas, ardillita más joven se asomó a la
ventana.
—¡Qué bellos esos caballos! ¡ay! Sueño con tener uno así.
—Ar anda a estudiar y deja de soñar, estudia para que después te des tus gustos —dijo la mama desde la cocina.
El primer piso del árbol también vivía una rata mayor con su hijo, la esposa y un nieto, la señora rata se asomó a la puerta.
—Caramba van a despertar a mi nieto —dijo
la señora rata, enseguida cerró la puerta y buscó su mecedora, se sentó
a mecerse, recordó cuando llegaron las ardillas, de cuando era joven,
suspiró, cerró los ojos, de repente está en medio de los caballos.
—¡MI NIETO, MI NIETO! —gritó
Sintió una sacudida.
—Mamá despierta estás soñando —dijo el hijo.
—¡Ah soñando! ¡Qué susto! —dijo la señora rata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario