sábado, 1 de diciembre de 2018

Mi cara

Cuando tenía trece años nos mudamos a una casa que el frente era sombrío, tenía unos jardines de lado a lado, unos bancos como una plaza, pero al entrar la casa era acogeradora, tenía tiempo desocupada, entre y comprendí por qué se la alquilaron a mi familiar, porque era alegre, a los días me dio la lechina, me sentía la cara como que tenía una mascara apretada en mi rostro, se olvidaron de mí, me dejaron en un cuarto sola, a los días llegó al cuarto mi familiar, me vio y le dijo a los hijos, no le lleven un espejo a Morella, yo llamé a mi hermana y le dije, tráeme un espejo, pero escondido, mi hermana me lo llevó, me vi en el espejo, tenía la cara, es mala la comparación como llena de cotufas, yo sentía una presencia que me acompañaba y ella hacía que me ayudarán, buscaba la única que tenía compasión, al día siguente me llevaron al médico y me curé, esa presencia me decía que en esa casa no iba vivir nadie más, asi fue.

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