Aunque me duela el silencio como espada,
cuando los días se volvieron azules, cuando la primavera vino para quedarse y la lejanía se desnudó a lo lejos, me apareciste sonriente aquella noche quise estar a tu lado para amarte como nunca te han amado, para que no me olvides, cuando la edad y el cansancio terminen mi viaje por esta tierra espero amanecer a tu lado en la eternidad, tengo frío en mi alma, tengo frío sin el calor de tus besos.

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