Muriendo como el día, desde que que me dejaste vivo en las tinieblas de un árido desierto, llorando la nostalgia, quiero tenerte aunque sea por un instante, sé que te perdí,
una noche más con esa ilusión tan mía, una noche nada más te pido, asomate a mi alma y aquí está esperándote un corazón sincero.

No hay comentarios:
Publicar un comentario