Aquel día volvimos a fundir nuestras almas, mis manos, ay mis manos con el eco de un adios y entre sus miserias estabas abrazadas a las mías,
cuando olvides mi nombre respira y recuerdame, está es la última vez que nos veremos en esta vida,
aunque yo sigo siendo tuya por toda la eternidad, asi fue, no, nos vimos más, nuestras almas si siguieron unidas, así fue no nos vimos más.

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