Hoy me encuentras sola, el hastío y la soledad te abrirán la puerta, cuántas noches te esperé, cuántas veces grité tu nombre calmando mi sed de ti en otros brazos que me dejaron más desolación y por dentro un frío de mármol, soñando despierta contigo en las horas dormidas, tú mi poesía, yo fingí que no te quiero creyendo que iba a engañar a mi alma, pero esa pendeja te llama no puede vivir sin ti, tu sombra me sigue.
No hay comentarios:
Publicar un comentario