Por qué escribo, porque es lo único que tengo, mis sueños se fueron,
como se fueron los días, puedo oírte en mi delirio, soy emoción que no
se detiene, no extraño lo que perdí, vi con los ojos del alma el juego
de la vida, te veo en el valle, las montañas y en la quietud de la
laguna, qué hago aquí contemplando la audacia inclemente voraz del
tiempo, el viaje es corto, guarda silencio en la lejanía de mi partida.

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