A veces tengo por costumbre recordarte, a veces te me olvidas, he muerto
tanto que mi llanto ríe, hojas azules en el viento, oye el trotar de
los caballos, entre la vida y nosotros hay una duda, cuando tiembla la
noche tardía en los arenales la estrella aún flotaba en las aguas, noche
de soledades donde florecen los verbos de un infinito poema.

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