Convertida en silencio cuántos paisajes mis ojos han tocado, voces de mi
alma solitaria que se despiden de mí, las aves y el picoteo de las
palomas me dicen, no es tu locura si te dicen adiós, les respondo, para
qué quiero saber que se van en la tarde, se moldea una silueta fugaz
sonriente, le sonríe y le dije, sabía que venias a despedirte de mí.

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