La aurora se desvanece con el canto de las aves, abrázame y calma el
frio de mi alma, tu amor como burbuja que el mar se tragó, quiero
aparcar en tu corazón traicionero, revolotean las hojas que se cayeron
con el juego del viento, cuántas veces te amé en silencio y tú me
olvidabas en otros brazos.

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