Jarron.

Te diré, que en el jarrón se fueron secando las rosas que recogí en el jardín para adornar mi alcoba ese dia que me dejaste esperándote, mi corazón no está herido, respeto tu decisión. Solo dos palabras. ¡Te amo!

Destrozado.

El sol se asoma por la ventana como queriendo echarse en algún rincón, búscame dónde se detiene el viento, lo único que tengo de ti es ausencia y silencio, en una hoja ahora en blanco mi alma en paz y mi corazón destrozado, cuanta desolación.

Tu.

Corren los minutos sintiéndome muy sola, murmullos silenciosos, mis sueños se pierden en mi imaginación, tu imagen se va borrando de mis pensamientos, cierro los ojos, trato de dibujarte en las sombras que te definen, deletreo tu nombre, ya no siento tus caricias palpitar en mi cuerpo, solo estás en mi corazón.

Clamor.

Quisiera que con este poema me amaras, entre el clamor de la multitud me encuentro sin decir palabras, la nieve me cae y me congela el corazón, mi cuerpo se estremeció, voy a acariciarte con mis poemas para que me des tu calor.

Vividas,

Regalame tu tiempo, quiero revivir emociones vividas, ¿podré detener el paso implacable de las horas? Nuestro amor vivirá por siempre y mis prosas. Te escribí para explicarte esa magia que tus pasiones me causan.

Lunas.

Cuántas lunas sin verte, mis noches oscuras te busco en el cielo, de mis ansias reprimidas en mis sueños me siento tu dueña, en la quietud de mis sábanas te espero, vivo en la jaula de tu amor, los barrotes son tus brazos.

Pena.

Me aleje, sé que soy la nube gris que nubla tu camino, rápidamente seguí mi camino con mi corazón destrozado, mi alma a la tuya está unida, deambulo sin rumbo en la inmensidad de la nada, soy una sombra que pena por tu cariño.

Cobarde.

Mis manos frías enlutadas desdeñadas por la traición tiempo que alcanza a mi existir y lo ahoga, un dia frio la lluvia habla con los arboles y hojas, un caudal de emociones corren por mis venas ocultando mi rostro, lloro porque me dejé aplastar por cobarde.

Perla.

Eres mi locura, oigo el llanto de las estrellas moribundas sentada frente al mar, las olas con su vaivén van y vienen, mi amor va a la deriva en el mar de las dudas, dedos que sangran letras, una perla escapo al mar.

Canario.

Los canarios vuelan por mi jardín, uno me oye toser vuela a mi ventana y me dice: amiga, estás como yo con tos, le respondí: Sí, quiero toserle al mundo.

Cuerpo.

En mi cuerpo siempre hallaste el calor y las golondrinas de mis manos inquietas volaban por tu cuerpo buscando la fina copa de tu boca, me enloquece saber que eres mío, cubreme de besos, ya no me despiertes, déjame soñar en tus brazos.

Momento.

Un momento me basta para olvidarte, viví sin conocerte, los recuerdos salen a buscar horizontes lejanos, te vas con la pálida brisa, mis sueños encendidos, esta noche estrellada las sombras se vistieron de blanco, mi corazón poeta pegaso con alas de ilusión, rosa herida que tiembla al son del viento.

Cascada.

Voy pasando por la vida, la brisa llega rozando la mañana, rocíos y cascada aminoro el paso para no perderme del paisaje, en la simpleza esta la verdad, aquí donde se acuna tu recuerdo los sueños se juntan, lerdos se va volando el ave sin retornar a su nido, la brisa me pregunta qué buscas en el silencio, busco los besos que soñó darme y no pudo darme.

Besarte.

Brisa de amor, escribirte es besarte, cómo no quererte si cuando te alejas más te haces presente, nubes errantes e indecisas en el cielo gris, el sol va escondiéndose en las montañas, abrázame bajo las estrellas en el paraíso de tus brazos, mis letras que se pierden en la nada sin ti.

Ella.

Te escribí un poema con mis lagrimas, el dia que te vi con ella la soledad me abrigaba, deseo y anhelo en este fuego eterno que me consume, un mar de emociones inundan mi vida, abrigué la esperanza de tenerte algún dia, pero todo pasa en la vida, el dia que volviste con mi poema en las manos ya te había olvidado y ahora hay un abismo entre los dos.

Pesan.

Estoy escribiéndote, aunque me duela la nostalgia sé que soy una invitada en este viaje, me perdí en el mundo que dejaste, al que nunca me acostumbré, no escuchas el grito de esta flor que dejaste que la arrancaran de su pedestal, llevo los desengaños como guirnaldas que me pesan tanto.

Tarde.

El silencio se recrea en los arboles, la neblina juega con el sol, la ciudad ruge por el cauce de sus calles, huele a campo lleno de margaritas, oigo el susurro del arroyo, las nubes matizadas bailan al son del viento, el tiempo se eterniza en el campo. ¿Dónde van a esconderse las nubes en el regazo de la tarde?

Perro-

Corren las aguas del manantial por la pradera, el caballo relincha en el establo, el conejo se esconde entre las flores silvestres, el caballo azabache, pastando, el perro ladra y yo paseo por mi soledad.

Existe

Te dije adiós y en ese adiós se me fue la vida, necesito desahogar mi ser cuando alguien que nos ha amado se va, se va también una parte del corazón, yo divago a merced del destino. remando sin fuerzas por el enardecido silencio todo lo que existe sale sobrando te digo adios y me estoy muriendo

Voy-

Me gustaría saber quien tiene tu corazón, tu corazón es un viajero que pasa por los pueblos, los admira y sigue su paso sin quedarse en ninguno, ese corazón se lo llevó el rio del tiempo y en ese corazón voy yo.

Ablande

Atiéndeme, quiero decirte algo, búscame en la corriente de un rio. Búscame en una estrella fugaz. Búscame en la estrella más brillante. Búscame cuando se te ablande el corazón. Búscame en las piedras del tiempo que yo estaré esperándote.

Mia.

Ven para ahuyentar tu soledad y la mía, el néctar de la rosa la poesía levanta, ensueños, fuego, pasión sopló mis versos sobre los senderos, qué cruel ocaso, quiero que piensen que te olvide.

Prendida.

Momentos eternos acariciaron mi anhelo, mi pluma prendida en mis manos escribiendo versos que vuelan entre nubes, tú allá y yo aquí, entendiste que a mí se me abrió el velo que cubre mi conciencia y me permitió saber quienes somos, algo nos unió sin atarnos, tengo el dolor de tu partida y el ultimo adiós, sonidos del viento que se van alejando, llegándote mis suspiros y mis besos.

Placer.

Te busco donde descansa el viento, ahora dices que no me conoce,s cuántas veces se me enredaron mis dedos en tu cabello, cuántas veces me besaste toda, cuantas veces camine de tu brazo por la alameda orgulloso de lucirme, cuántas veces dormí en tus brazos contemplado mi belleza, cuántas veces te vi enloquecer al besarte todo. Un placer tan sentido jamás se olvida. Me rio de tu olvido.

Callados.

No quiero escribir, esta noche quiero sumergirme en un largo letargo, yo seguiré amando tus ojos, aunque no me mires, me perdí en los senderos escarpados de la vida, besos callados deseos, tus manos y las mías se buscan en la nada

Gris

Mis abrazos corren a los ocasos porque me amas, porque me acoges en tus brazos, porque calmas mi sed, porque me consuelas cuando estoy triste, cierro los ojos y yo nada te digo, ¡ah! Tú sabes que soy una mariposa gris herida que tiene miedo.

Canto.

La poesía es el canto del alma que en las horas del silencio canta, canta sin parar las penas, horas de soledad que se hacen eternas sin la poesía y mi locura, Eres historia prohibida en mi mundo incierto, historia que jamás será contada, volará con las alas al viento, hoy el sol se opaca ante mis ojos.

Dime.

Un sueño vino volando ondeando como la brisa y así cómo llegó se fue, me siento sola y vacía, llegó el tiempo que tanto temía. Dime, si el silencio te susurra mi nombre. Dime, a dónde se fue ese amor que sentiste en esos momentos de desesperación. Dime, si el silencio te dice la falta que me haces. Dime, oyes que mi alma te llama.

Bebi.

En las sosiegas tardes de invierno, cuando comienza a calar el frio me bebí mi llanto, dejé pasar el tiempo cómo una nube sin saber que todo lo perdía, inmensa tristeza, mis sueños extinguidos, me morí en vida, calma me pide la vida.

Arde.

Me tragué el salado sabor de la tristeza, en este momento mi pecho arde, clama porque te callas, si sé que eres mío.

Arroyo.

Tu amor va cambiando según lo mueva el viento, no, no ya no debo pensar que te amé, mis palabras se van como aves que emigran, arrojo al viento las angustias viejas y me hundo en el infinito colmado de estrellas.

Tortuga.

El viento se detuvo en la orilla del rio, se agachó y se mojó las manos, se sorprendió al oír que alguien decía ¡Hola! El viento levantó la mirada y vio a su amiga, la brisa, se levantó le respondió:
—Amiga, qué gusto verte.
Se sentaron y empezaron a contarse las cosas que vieron y oyeron, al rato le dice la brisa al viento:
—Mientras descansas, yo voy a dar unas vueltas para ver que veo. —El viento le respondió:
—Tranquila, te espero.
La señora tortuga, acaba de salir de la peluquería y la brisa pasó volando y la despeinó, ella enojada le dice:
—Condenada brisa, me arruinaste mi peinado.
La brisa se acercó y le acomodo el cabello, ella sacó un espejo y se miró en él y pensó: «la brisa me hizo un favor» Guardó el espejo en la cartera, dijo:
—Me quedó mejor el peinado. Y siguió coqueta, cuando fue cruzar la calle, vino un gorila en una moto, se quedó parada, un cocodrilo le dijo:
—Permiso.
—Va lenta la señora —dice otro.La tortuga piensa: «qué voy lenta, la leona y la mona y todas las que van pasando van lentas, pero estiradas, la leona parece que lleva una pelota atrás, ¡ah ya voy llegando a la reunión en la casa de mi comadre. Eso cómo que está bueno»
Cuando llegó escuchó que había música y gritos, tocó la puerta, abrió la comadre y le dijo:
—Pasa, aquí ya están todas nuestras amigas. —Cuando entró casi se desmayó, la comadre angustiada le preguntó:
—¿Qué te pasa? —Las amigas corrieron y la sentaron, mientras ella pensaba «mis amigas son tan diferentes, ahora una tiene un ojo más arriba, la otra tiene la boca muy grande, una parece una muerta, a mi comadre, la estiraron tanto que no parece la misma.» A la señora tortuga le sonó el celular, era equivocado, pero ella se despidió diciendo que había llegado de tierras lejanas su hija, se despidió, caminó hasta la avenida, el gorila estaba vendiendo dulces, pero lo vio sacándose los mocos y siguió a su casa, se vio en el espejo y pensó «Mejor me quedo con mi cuello como un acordeón.

Visos.

Me bebo esta noche escribo mis versos, estás lejos de mí, se me remueve mi alma, no llores por mí cuando me vaya, soy un diamante en la nieve brillando, soy una estrella con visos dorados, me bebo esta noche y brindo por ti.

Delirios.

En mis delirios te recuerdo, un sentimiento que se pierde en la nada, mi corazón poeta se pierde en las tinieblas de tu olvido, soy sombra que sigue tus huellas, aunque no me quieras deseo que me desees y que busques mi recuerdo con delirio.

Tuyos.

Soy la eterna soñadora que me desvelo esta mañana azul, suspiros que se desprenden de mi alma, ven junto a mí esta cálida mañana para colmarte de los besos que aún no te he dado, ven bésame que me ahoga este silencio que me cubre, ven que mis labios claman por los tuyos.

Laberinto.

Vuelves arrepentido después que dejaste mi vida como un laberinto sin salida, vuelves cuando mi alma había curada su herida, hoy te saco de mi pensamientos, ya olvide cómo caminar sobre el sendero de la felicidad a tu lado, en las letras mudas de mis pensamientos te escribo. Ya te olvidé.

Jaula.

El gélido frio azotaba inclemente a la jaula, asomada a la reja veía pasar el tiempo pensando, pendejo, tú crees que no llega a la jaula un ave de vuelo alto, ese eres tú que eres de vuelo bajo.

Panal.

Gracias a los que se acercan a mi panal de letras. Feliz dia les desea la abejita escritora. Abrazos.

Ocultas.

Te ocultas en el paraíso de mi alma, donde se posan las aves en la fuente de mi corazón, eres la luz de la aurora en el cielo de mi alma, el sol se posa en el horizonte cuando la tarde descansa.

MIenten

Tus besos pululan entre las cenizas, creo que los recuerdos mienten, los minutos van desapareciendo, de ti aprendí que la vida proporciona gotas de felicidad, a lo lejos oigo que alguien me nombra.

Huesos.

El amor que te tenía murió el dia que te fuiste, voy caminando sobre las cenizas, el sendero se viste de flores, la hiedra alcanzó el andamio, el frio me cala hasta los huesos, tronco caído como mi cuerpo herido, voy escribiendo versos para que corran junto a las olas del tiempo.

Amargo.

Estoy entre lo amargo y dulce de mis sentimientos sentada en la orilla del rio, en la infatigable corriente del rio fluye el tiempo, se posan las golondrinas del olvido en mi hombro, todos me olvidaron estoy entre el aquí y el allá, cerca de una lagrima se desparraman los recuerdos en las sábanas, quedate allí en mi alma.

Placer.

Voy a borrar tus besos malditos, el silencio se desliza entre mi melancolía, mi alma grita de dolor y el poema arde en destellos, debo odiarte, pero te quiero, esta mañana de agreste invierno te juro que te olvido en brazos de otro para que sufras, porque estás atado a mí por la pasión y en la roca que tienes por corazón se te va a quedar la marca de mi noche de placer.

Sobre.

Caminas sobre de mis sueños, silencio tras del vestido, con mis pies desnudos y en mis manos una antorcha de espuma, aquí junto al mar eterno arcoiris de colores, miro a mi alrededor, abro mis alas para volar a tierras lejanas.

Sandia.

Yo sabia que tú no te comías solo la sandia, sé que te comes las sobra, porque no puedes picarla con ese cuchillo viejo.

Arroyo.

Mis ojos están como un arroyo salido de su cauce, somos un sueño imposible, sé que te perdí que jamas regresaras, cómo olvidar tus besos que enloquecen, quiero que grites que soy tuya, se me moja mi alma, jamás te olvidaré.

Quiero.

A escondida y en voz baja te digo que te quiero, toda mi vida estaría contigo, eres ansiedad, angustia, sin ti no puedo vivir, tus manos son senderos luminosos que hurgan en mi cuerpo, gemir del viento en la mañana fría.

El joven Ryal

En un claro del bosque había un castillo de cristal, un río cruzaba el bosque, para atravesarlo había un puente hermoso que lo naturaleza construyó, el suelo tenía unas alfombras hechas por las plantas que cayeron de los arboles y adornaban el bosque con sus hermosas tonalidades, por todas partes los arboles frondosos, eran tan altos que casi llegaban al cielo, las flores alzaban sus bocas para que el sol las besara, estaban orgullosas de su belleza. En el castillo vivía una niña con sus padres, la niña llamada Mindy era linda, tenía el cabello negro abundante, ojos despiertos, nariz fina, boca firme, dientes alineados, cejas espesas. Las aves volaban para buscar alimento para sus crías, apenas piaban enseguida corrían a sus nidos con el alimento para sus pequeños. El sol calentaba el bosque con sus rayos de oro. Las ardillas y los conejos corrían por el suelo, las madres ardillas jugaban con sus crías y las madres conejas los vigilaban para que no se fueran lejos. La niña se levantó y desde su habitación vio a una tigresa con sus crías, corrió al balcón, cuando llegó, la tigresa la vio y le dijo a sus crías:
—Niños, vean a esa niña, qué linda es. —Las crías miraron hacia donde estaba la niña.

Humo.

Has venido entre el humo de la noche, las campanas gimen, recuerdas aquel tiempo perdido en el horizonte, mi corazón vuela en el cielo, cuando estás a mi lado te pierdes y te busco, porque me caen gotas de soledad.

Ultima.

Esa tarde que te vi por ultima vez, te dije, abrázame que siento el frio del olvido y tu apenas me rosaste la mano con desdén, esa noche de ébano, yo lloraba y otra te borraba mis caricias, locura que embriaga mis sentidos.