Voy a borrar tus besos malditos, el silencio se desliza entre mi
melancolía, mi alma grita de dolor y el poema arde en destellos, debo
odiarte, pero te quiero, esta mañana de agreste invierno te juro que te
olvido en brazos de otro para que sufras, porque estás atado a mí por la
pasión y en la roca que tienes por corazón se te va a quedar la marca
de mi noche de placer.

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