El viento se detuvo en la orilla del rio, se agachó y se mojó las
manos, se sorprendió al oír que alguien decía ¡Hola! El viento levantó
la mirada y vio a su amiga, la brisa, se levantó le respondió:
—Amiga, qué gusto verte.
Se sentaron y empezaron a contarse las cosas que vieron y oyeron, al rato le dice la brisa al viento:
—Mientras descansas, yo voy a dar unas vueltas para ver que veo. —El viento le respondió:
—Tranquila, te espero.
La señora tortuga, acaba de salir de la peluquería y la brisa pasó volando y la despeinó, ella enojada le dice:
—Condenada brisa, me arruinaste mi peinado.
La brisa se acercó y le acomodo el cabello, ella sacó un espejo y se
miró en él y pensó: «la brisa me hizo un favor» Guardó el espejo en la
cartera, dijo:
—Me quedó mejor el peinado. Y siguió coqueta, cuando
fue cruzar la calle, vino un gorila en una moto, se quedó parada, un
cocodrilo le dijo:
—Permiso.
—Va lenta la señora —dice otro.La tortuga piensa: «qué voy lenta, la leona y la mona y todas las que
van pasando van lentas, pero estiradas, la leona parece que lleva una
pelota atrás, ¡ah ya voy llegando a la reunión en la casa de mi comadre.
Eso cómo que está bueno»
Cuando llegó escuchó que había música y gritos, tocó la puerta, abrió la comadre y le dijo:
—Pasa, aquí ya están todas nuestras amigas. —Cuando entró casi se desmayó, la comadre angustiada le preguntó:
—¿Qué te pasa? —Las amigas corrieron y la sentaron, mientras ella
pensaba «mis amigas son tan diferentes, ahora una tiene un ojo más
arriba, la otra tiene la boca muy grande, una parece una muerta, a mi
comadre, la estiraron tanto que no parece la misma.» A la señora tortuga
le sonó el celular, era equivocado, pero ella se despidió diciendo que
había llegado de tierras lejanas su hija, se despidió, caminó hasta la
avenida, el gorila estaba vendiendo dulces, pero lo vio sacándose los
mocos y siguió a su casa, se vio en el espejo y pensó «Mejor me quedo
con mi cuello como un acordeón.

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