la tormenta me sacudió sin misericordia, a las horas le salieron alas,
el silencio se quedó atrapado en aquella habitación y en mi corazón, me
dejaste atada con lazos de tristezas en una jaula de cristal, seguí con
mi eterna tempestad, mi imaginación se desborda y mi alma herida e
impotente ante tanta crueldad.

No hay comentarios:
Publicar un comentario