Esa noche que llegaste como un ladrón, te pregunte ¿qué haces aquí, cómo
me encontraste? Me sorprendió tu respuestas, que estabas aquí, porque
para ti nada es imposible, no te respondí, solo te di la espalda, ahora
cuando han cicatrizado mis heridas, me pesa haberte cerrado la puerta.

No hay comentarios:
Publicar un comentario