Dejare de pensar en usted, ¿por qué se cruzó en mi camino? ¿Por qué es
tan caprichoso el destino? Llevo en mi pecho su recuerdo como una rosa
tatuada, yo no puedo obligarlo a que me ame, pero sé que lleva en su
mente mis palabras que lo hicieron temblar de emoción.

No hay comentarios:
Publicar un comentario