martes, 19 de marzo de 2019

Vestida de lluvia

Esa noche te fuiste cómo agua callada que corría, 
era como un río sin dueña, 
pero yo no pude retener las aguas de ese río, tenía sed, 
pero me senté a ver
con mi mirada caída y los ojos llorosos, le dije, no me olvides, te llevo prendido a los instantes vividos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario