domingo, 30 de diciembre de 2018

Vestido verde

Oigo los repiques de campanas que me ponen triste, me llevan a otro tiempo, a otra vida, doce de la Nochevieja, estoy en la puerta de mi casa con un vestido verde entallado, la gente corre hacia mí para darme el abrazo de Año nuevo, todos me abrazan nunca me habían abrazado tanto, se fueron, me quedé mirando el cielo, mi pecho es un desierto abandonado, voy en esta Nochevieja, como una alondra que pierde la razón en la senda de la muerte. ¡Feliz Año Nuevo!

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