martes, 13 de noviembre de 2018

Decian

Desde que nací lo que hacía era llorar, no quería comer, yo sabía a que me iba a enfretentarme, no quería caminar, cuando tenía cuartro años llegó un tío, me trajo de regalo un caballito de madera, él con su camara me tomó unas fotos montada en él, cuando se fue mi tío 
se desapareció el caballito y una que me acompañaba
al rato volvió con las manos vacías, lo regaló sabiendo que no había que comer, desde ese día empecé a ver la maldad cara a cara, a ver miradas de odio, vivíamos saltando de casa de un familiar a otro, decía no quiero ir a esa casa, me preguntaba por qué si esas casas son lindas y limpias, no sabía explicar que veía, las casas estaban enfermas de tristezas y algunas me lo decían.

No hay comentarios:

Publicar un comentario