En aquella pequeña alcoba quedaron aquellas charlas silenciosas de nuestras almas, ahí donde quedó tu sombra ahogada en mi desencanto, sé bien que tienes razones que te impinden venir a buscar esos monentos de placer que pasas conmigo,
nunca estarás en el olvido, seguiré enamorada hasta de lo vivido, pero a usted no lo he olvidado.

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