Querido, un retrato en el suelo y una copa en mi mano. Querido sabías que tu camino y el mío se cruzaron para que yo sea la piedra con la que siempre tropezaras, querido, dejaste el tiempo correr en mi cuerpo para dejar tus huellas, querido, recordarás mis manos en las cenizas que verás caer de tu último cigarro que fumes, querido me ataste a la soledad, pero la soledad nos une, querido, no puedo seguirte, pero tu alma y la mía van juntas por los caminos invisibles de la vida, querido vas como el faro alumbrando mi camino.

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