Un día te alejaste de mi lado, mi alma te condenó
y mi razón te condenó sin piedad, cerré mi corazón con el candado del olvido y mi mente la celda de la indiferencia y de rodillas juré que te vería humilllado cómo me viste a mí, fue terrible la soledad que me envolvía, esa soledad
la vas a vivir tú en otro, no sé dónde, pero te veré, somos viajeros y en uno de esos viajes nuestras almas se atraerán.

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