Cada cabeza es un mundo, en mi mundo creo que venimos con disfraces diferente porque yo desde niña sentía el odio que hacia mí de unas señoras hermanas de mi madre, ella se casó se fue y me dejó con ellas, ellas se
burlaban de mí, mis juguetes los regalaban y mi ropa, de ellas nunca descubrí por qué me odiaban, un día comentado mi situación oyó una gitana que ellas me odiaban porque yo tenía un burdel y ellas trabajan en él, que yo les quitaba la ropa que era mala con ellas, le dije, creo en lo que me dices, como me comporto con los hombres que estoy muy segura de reconocer de otra vida, son tres, ellos me admiran, en uno sobresale el odio.

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