Yo voy sacando todo lo que tengo guardado en el templo de mi alma, voy a relatar esta historia, soñaba que estaba encerrada en una hacienda, en uno de esos fragmentos en ese momento no estaba, me veo caminando por un corrededor muy grande voy llorando por un hombre y llego a donde está una hamaca y me siento como en un cajón y agacho la cabeza, el hombre que está en la hamaca me toca la cabeza con gesto de cariño, cuando lavanto mi cabeza veo quién es, me asombro y me despierto, ese muchacho se murió al mes, en su misa su madre cuando se me acercó sentí que la conocía y ella sintió algo, pero no supe que era, a los días la señora me regala una casa, en ese momento comprendí que la hacienda era mía.

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