Aquel día me vi en el espejo, me enamoré de mí presumiendo de mi belleza, como el cisne presumiendo en su paseo a pesar de que sus plumas las pierda en su aleteo,
como una gota de una nube caí de una de las que van llorando, el tiempo rueda y al final todo se estrella, ay de aquellos pájaros azules no saben posar sus patas sobre las rosas, no se puede doblar al destino.

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