El tiempo va cabalgando sobre las horas, las hojas van cayendo como arpergios, sentimientos profundos, escribo desde las rejas del tiempo, que largos son los días para el que nada espera, para los que nada tienen, para los que tienen la esperanza perdida, tú no me heriste, me herí yo que dejé que se me montaran encima, yo fui la que me herí de muerte al no salir de mi ignorancia, de no coser mis alas rotas, eso fue mi desgracia, tú solo fuiste el motivo visible del odio invisible que sentía ese ser por mí, antes de conocerme ya estaba en su cuerpo como un cáncer ese odio que lo consumió, y me amargo mi vida yo me quejo de la vida, pero ella a veces me revela secreto.
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