Vamos remando a nuestro encuentro por el río de la vida, no te apenes, vamos jugando iguales, tú lloras por el amor de una mujer, ella llora por el amor de otro hombre, yo lloro por ti,
pasó por mi lado con su embarcación, no en aquella lujosa, quise acercarme, pero me detuve pensé, si yo no fuera una niña desvalida
hubiéramos remado iguales como lo hicimos,
vamos jugando iguales, yo me voy hudiendome en la mierda y tú pronto me acompañaras, a nadar en ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario