Yo tomé su mano y le dije, si te rompieron tu corazón, en el mío podemos vivir los dos y en un cuarto de hotel hicimos nuestro nido, una noche con mi intuición de mujer, me avisó que hay una gata en el tejado, él se fue con la gata y yo con mi mano izquierda tomé su foto, la tiré en la copa y me tomé su recuerdo, la gata apareció para no verlo morir, no pude secar sus lágrimas.

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