El viento empuja sobre el cristal, cuando muera no me llores, que igual no te quiero, cuando suene la campana anunciando mi fuga, tapate los oídos, mejor deja que me lleven otros a mi última morada, si lees esto la muerte es poesía, tenemos una cita en ese más allá que llaman cielo, se vuelven a morir las brisas locas.

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