Siempre me he sentido que la vida es un gran barco lujoso y que yo voy en tercera clase, el manto azul estampado de estrellas esta noche
negando mis sentimientos,
el sol se ha escondido a llorar y mi llanto rompe a el cielo, camino por la cornisa de mis pensamientos, muchos verán mi caída, nadie me dará un pañuelo para secar mis lágrimas, nadie me ayudará a curar mis heridas y el silencio me castiga y me hiere con su eco, miré al cielo y le pregunté por qué creas a personas tan desgraciadas, ni patria tengo.

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