En medio de las sombras se ven como unos cuervos jugando, la vela habla con sus chispas, recuerdo aquel que venía cuando era noche cerrada y se marchaba antes del alba,
yo contaba las estrellas en esos días que no venía, el río con su sonido que me aterraba. Un día dejó de venir, sombra que te llevas el blanco día, cómo desato esta alma mía, los cuervos juegan en la pared y la vela me habla con sus chispas y me dice, no lo esperes, te engañó, ¡pendeja, pendeja, pendeja!
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