Anoche no dormí, en la madrugada me levanté, me asomé a la ventana, la neblina cubría todo, de repente oí el tañer de campanas, sentí esa sensación extraña y un recuerdo de que me encerraron y desde ese lugar oía las campanas de una iglesia cercana, el aplauso del viento no me dejó seguir oyendo y me senté a escribrir
recuerdos que se revuelcan en mi mente en fragmentos.

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