miércoles, 30 de mayo de 2018

Ciego

Dejé las puertas de mi alma abiertas y jamás pude recoger el desorden, que me dejaron, yo quise cambiar al mundo y conté cosas de mí y el ciego comenzó a ver, el mundo a hablar y el sordo a oír, me vieron vencida, se rieron de mí, pero en secreto la vida me recompensó.

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