Lagrima que se ahoga en la garganta, el tiempo es tuyo y mío, mi corazón vuelve a su latido, el ave vuelve al nido, la poesía entró en mi alma el día que me abandonaste por esa puerta abierta y yo yacía aquí tirada en el suelo como una muñeca de trapo hermosa, después que te marchaste mi pureza esperando su regresó, llegó un día uno parecido y me hizo olvidar a aquel ingrato.

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