Mi corazón golpeado por tu inesperado adiós, cierro la puerta detrás de ti y en la penumbra se empañan los cristales de mis ojos, ahora somos extraños, pero esta vez con recuerdos, ahora caen tus lágrimas sobre mí, no quise verte llorar, ríe, ríe, no quiero recordarte llorando, por favor esperame en el cielo para seguirte amándote.

No hay comentarios:
Publicar un comentario