Nunca supe quién eres, lo que te gusta, solo te veía,
quería acariciarte, pero no sé expresar lo que siento,
tus manos se apoderan de mi cuerpo y en mi mente imagino los poemas
que quería escribirte,
que no me falte tu presencia, se fue, me quedo acurrucada y callada en aquella pequeña alcoba con el sonido del río, que me hace soñar con ser agua.

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