Han brotado los recuerdos y yo voy deshojandolos, escribí mi primer poema en mi mente, lo he visto con otra mujer, quise morirme, anoche me entregué a él, qué ingrato ha sido, quise gritar, pero callada me quedé, se burló de mi pobre amor, en la oscura neblina me asomé a verlos, qué despecho me asaltó, que de mis labios salió su condena y en el silencio mi alma ofendida se hizo piedra, sigo deshojando los recuerdos con un pétalo en la mano, oigo las voces que gritan que lo ayudaban a comerse la sandía porque él solo no podía con ese cuchillo viejo.

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