Camino por la rosaleda, mis huesos sintiendo el frío, la tarde se vistió de ayer, me hacen falta alas,
a la orilla del abismo misterioso de lo eterno
el mar cómo un vasto cristal y la luna se refleja en el cristal, las estrellas brillan, la vida me sacudió con fuerza y me di cuenta que malgasté mi vida.

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