No te rías que yo estoy bajo la tormenta en paz, cuando me vi perdida la vida me había puesto un camino de rosas lo que lamento es que tú no puedas verme, aquí estoy como los sabios oyendo lo que no tiene sonido, mirando lo que no tiene forma los ojos y oidos atentos a lo invisible, ríete que tú eres el mar y yo el cielo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario