No puedo huir porque de lo que huyo está adentro, cada uno carga en su
corazón lo que quiere, aquello que no he callado a tiempo sigue
socavando, voy cavando mi propia tumba en el olvido,
cuando empieza
el olvido no hay vuelta atrás, mis manos yertas escriben, escriben para
olvidar como el borracho se aferra a la botella para olvidar.

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