En mis manos el abanico de emociones al verte caballero de fina estampa,
ondearon mis deseos, eras un lucero bajo un sombrero, me perdí en el
abismo de tus ojos, momentos tejidos entre los dos, nuestras almas
galopantes silenciosas se fundieron nuestras almas en un beso.

No hay comentarios:
Publicar un comentario