No espero a nadie, no espero nada ni siquiera un recuerdo, este domingo
estoy en las arenas del sueño y el corazón sudado, el cielo al revés,
voy a llorar hasta olvidar el llanto, he renacido muchas veces entre
estrellas derrotadas, ellas me han ayudado a volver a la vida, me alejan
de todo lo que me perturba, que lento es el paso del tiempo, noches
calladas inútiles, el ave se ha confundido con el viento.

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