Revolotean mis cabellos sacudidos por el viento y se hunde en el tiempo
suspiros que se quedan como nudos en mi garganta, no tengas miedo que
caigan las hojas siempre habrá una rama para ser un nido, todo mi ser se
estremece, pero calla, calla, mi amante se fue una tarde con su nueva
amante del brazo, yo la vi de frente, era la muerte.

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